publicado el 17 de octubre de 2024
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De izquierda a derecha, Paul Falz, director de fotografía, Tilman Singer, director, y Dario Mendez Acosta, encargado del diseño de producción. |
Me citaron en los jardines del Hotel Melià, el cuartel general del Festival de Sitges, un miércoles a las siete de la tarde para entrevistar al equipo de 'Cuckoo', una película del director alemán Tilman Singer hecha con capital estadounidense. Singer estuvo en Sitges hace seis años con 'Luz', su primer largometraje, un filme que él califica de tesis y que causó muy buena impresión tanto en Sitges como en el Festival de Berlín.
Marta Torres | Se había proyectado Cuckoo el día anterior por la tarde, pero yo no lo vería hasta el día siguiente por la mañana, así que fui a la entrevista habiendo leído las impresiones de los que la pudieron ver en la primera proyección. Vaguedades sobre un hotel en los Alpes y una suerte de mad doctor. Después de esperar un poco, apareció el director con una copa de vino rodeado de dos de los miembros de su equipo, Dario Mendez Acosta, encargado del diseño de producción, y Paul Falz, director de fotografía. Lo que sigue es una versión ordenada de lo que sucedió. (Mi impresión de la película al final del artículo).
No podré ver la película hasta mañana, así que, ¿puedes definirla en pocas palabras?
Tilman Singer: La película trata sobre una adolescente de 17 años que es estadounidense y tiene que mudarse a los Alpes alemanes con su padre, su madrastra y su hermanastra.
Esa es la sinopsis.
T. Singer: Sí. Eso es algo así como lo básico. Luego, una vez llegan allí, las cosas se ponen realmente extrañas y ella vive experiencias inquietantes. No sabemos qué ocurre. Son como visiones. Al mismo tiempo, está de luto por su madre.
¿Y el nombre? ¿Cuckoo?
T. Singer: El cuco es un pájaro que pone sus huevos en los nidos de otras especies de aves y luego les permite criar a sus crías. Pero también significa otras cosas…
¿Qué importancia tiene el paisaje en la película?
T. Singer: Me gustan mucho los Alpes. Me gustan mucho las montañas. Me gusta estar en ellas. Pasé mucho tiempo allí, ya sabes, en viajes, vacaciones. Creo que son un buen escenario para una historia porque no puedes salir de allí fácilmente. No puedes mirar por encima de ellas. Estás como atrapado. Al mismo tiempo, son hermosas. Y lo curioso es que cuando estás en la montaña las cosas se vuelven demasiado dramáticas. De hecho, pasamos mucho tiempo en las montañas, en una casa, en Baviera.
Dario Mendez Acosta: Sí, eso es verdad. Fue la primera vez que nos hablaste de tu idea.
T. Singer: Fue la primera vez que hablé con estos chicos (señala a su equipo) sobre la película. Estábamos de vacaciones en Baviera y realmente no la escribí, pero sí ideé gran parte de la película allí.
Paul Falz: Explicaste algo sobre cómo devolver a la gente a la naturaleza. Creo que tiene algo que ver con devolver a la gente a la “comida”.
D. M. Acosta: A la cadena alimentaria. Sí, sí. Gran parte de la película trata sobre eso.
T. Singer: Son cavilaciones sobre nuestro sitio en la cadena alimentaria o en el ciclo natural. En realidad, no se trata de ser devorados por animales salvajes, si no de apechugar con esa idea. Habla de parásitos, de parasitismo. También de seres humanos rodeados por montañas grandes e imponentes: no hay ningún lugar donde puedan sentirse más pequeños. Quizás el desierto, pero nunca he estado en el desierto.
Paul Falz: Sí, sí.
D. M. Acosta: La película es eso.
¿Es un thriller con mensaje ecologista?
T. Singer: Un thriller ecológico. Quiero decir, nuestro antagonista, nuestro oponente, como quieras llamar a este papel, es un conservacionista. No voy a revelar mucho, pero, sí, es alguien que no quiere dejar que una especie se extinga…
D. M. Acosta: ¡Exacto!
T. Singer: No sé si quieres publicar esto, pero en la película hay una cierta especie que nunca habíamos visto antes y que yo inventé, y él la está protegiendo. Pero todo está torcido porque, por supuesto, quiere ser ecológicamente consciente. Todos los personajes y todos los roles que encarnan están muy delimitados, y sus motivaciones son muy claras y comprensibles. Y el nuestro tiene una motivación bastante buena…
D. M. Acosta: ¿Debería preservarse algo al margen de si te gusta o no? La película responde a la pregunta de una manera diferente.
T. Singer: Bueno, yo diría que no respondemos a esa pregunta. En realidad es un fascista al tratar de preservar eso, sí.
Paul Falz: Ajá.
¿Es un fascista que intenta preservar una especie?
D. M. Acosta: Sí.
T. Singer: Sé que suena críptico.
Paul Falz: Sí.
T. Singer: Mañana, cuando veas la película, todo tendrá sentido, lo juro.
Vale, leí que también utilizas el thriller, la ciencia ficción y el terror, incluso a Brian De Palma, y hay muchos elementos diferentes en la película. ¿Cómo los unes entre ellos?
T. Singer: ¡Amo a Brian De Palma! Combino todos estos elementos orgánicamente. Nunca sé realmente de dónde provienen los homenajes que me inspiran. Estoy seguro de que recuerdas más que yo en términos de cinematografía, pero Brian De Palma es definitivamente una de mis citas. Un hombre al que yo idolatraba por su forma de hacer cine, de hacer fotografía y de contar una historia.
Paul Falz: ¿Y Cronenberg?
D. M. Acosta: También hay un poco de Crash aquí. No tiene tanta carga sexual, pero sí.
T. Singer: Tiene mucho.
D. M. Acosta: Bien. Sí.
T. Singer: Gritos crujientes de los elfos con un extraño y retorcido thriller ecológico. Terror familiar, sí.
D. M. Acosta: ¡Oh Dios, sí, me encanta!
T. Singer: Te estamos confundiendo (ríe) Eso es bueno.
¿Buscas que la gente se confunda con tus películas?
T. Singer: Sí y no. Creo que hay una belleza en eso. Es muy importante que sientas que una película te toma de la mano y te lleva. Para mí es importante que haya una trama que puedas seguir, aunque luego se interrumpa y no se explique todo...
D. M. Acosta: Y no es necesario.
T. Singer: Y no es necesario, pero hay un gran mundo debajo de esta trama.
D. M. Acosta: Es eso.
T. Singer: ¿Qué más hay detrás de eso? Y eso me gusta. (Una pausa). Me gusta ser un poco vago. Dar un poco de espacio a los aspectos emocionales, a los aspectos de la historia que no se explican.
Háblame de los actores, ¿cómo fue el casting?
T. Singer: Tenemos a Hunter Schafer, tenemos a Dan Stevens, Jessica Henwick, Marton Csokas. Es un gran elenco y amo a todos y cada uno de ellos y de España tenemos a Greta Fernández. Maravillosa actriz también. Fue un viaje salvaje. Y todos se involucraron de manera diferente. Durante mucho tiempo tuvimos a John Malkovich vinculado a la película y luego tuvo que dejarlo por problemas de agenda, primero por el covid y luego por otros proyectos. Tuvimos que reformular el papel de John Malkovich.
¿…?
T. Singer: Fue más o menos antes de rodar la película, lo cual fue una locura, pero tuve una llamada telefónica, una llamada de Zoom o una llamada de Skype con Dan Stevens y me enamoré de ese chico de inmediato. Se presentó en alemán. No sabía que hablaba alemán. Estaba emocionado por hablar con él, pero no había visto esa película en la que habla un alemán perfecto, así que no lo sabía.
A Hunter, la elegimos casi dos años antes de filmar la película, ella no era tan famosa todavía, había hecho la primera temporada de Euphoria, que no había visto, pero me la recomendaron y luego vi Euphoria, y yo estaba como: “esto es asombroso”. Es impresionante. Y luego la conocí. Tenía una competencia bastante feroz. Teníamos grandes actrices enviándonos pruebas para el papel. Pero miré la suya y todo estaba allí. Fue muy, muy emotivo y estaba extremadamente conectado con el papel y con la historia. Eran tiempos de covid. No pudimos hacer un casting, así que ella tuvo que enviarnos una cinta. Fueron casi dos años antes de filmar la película.
Hace seis años de tu anterior película. Ha pasado mucho tiempo…
T. Singer: Sí. Es mucho tiempo. Creo que una película lleva como mínimo tres años. Eso es como pasar de la idea a la escritura, a la financiación y a la producción. Yo diría mínimo tres años…
D. M. Acosta: Eso es realmente rápido.
T. Singer: También tuvimos una pandemia, ya sabes. Seis años es mucho tiempo, pero no tanto. Si piensas en lo que se necesita para hacer una película más el covid.
D. M. Acosta: Y ya estamos trabajando en la siguiente.
T. Singer: Acabo de terminar el borrador. Si podemos filmarlo el próximo año, diría que estamos en una proporción de tres años.
Paul Falz: Crucemos los dedos.
¿Estás trabajando en otro proyecto?
T. Singer: Sí, acabo de terminar un borrador del guion. No te voy a decir de qué se trata, pero es un género diferente. Hay algo en común con Cuckoo en cuanto a la narración, pero no es el mismo género de terror, pero sale de todas partes. Mañana cuando veas la película verás que entra y sale mucho de los géneros. Crees que es una cosa, pero luego se convierte en otra diferente.
D. M. Acosta: Totalmente.
¿Es difícil hacer cine de género en Alemania?
T. Singer: Yo diría que sí. Hicimos Luz, nuestra primera película, en la escuela de arte después de obtener un poco de financiación. Era una película de terror en nuestros propios términos, una película de tesis. Era una pieza de cine que creo que nadie produciría jamás. De hecho, estaba bastante deprimido y con pánico en ese momento hasta que nos invitaron al Festival de Cine de Berlín a presentarla.
P. Falz: Realmente la hicimos por nosotros mismos.
T. Singer: El festival nos invitó, pero pensé que nadie la vería. Pero obtuvimos un poco de prestigio y luego conseguí productores estadounidenses y después incorporamos a Neon (la distribuidora de Parásitos y Border). No creo que lo hubiésemos conseguido nunca solo con una película “alemana”.
Pero como escribí un guion en inglés, convencí a una productora estadounidense y luego conseguimos a Neon para financiarlo. Ya sabes, eso básicamente la convierte en una película estadounidense, aunque en el papel figure como alemana. Pero en realidad, el dinero vino de Estados Unidos.
Pero sigues viviendo en Alemania…
T. Singer: Sí, vivo en Berlín, y ellos dos en Colonia.
¿Qué habéis tenido que hacer para adaptaros a la forma de trabajar de Estados Unidos?
T. Singer: Escribí el guion en inglés porque quería hacer un casting internacional. Quería contratar actores españoles, franceses, italianos. En realidad no tenemos ninguna actriz italiana, pero añoraba los viejos tiempos en los que en una película francesa actuaban actores alemanes, ingleses, italianos y españoles, ya sabes, todos en la misma película. Y yo pensé, ¿por qué esto ya no sucede?, ¿por qué ya no compartimos nuestra cultura y nuestros actores? Cada uno hace sus películas en su propio país. Por eso lo escribí en inglés. Pero claro, como lo escribí en inglés, mi mánager lo llevó a compañías de producción estadounidenses.