publicado el 9 de agosto de 2005
EL CINE NEGRO CREADO EN HOLLYWOOD hacia la primera mitad del siglo XX refleja como pocos géneros la sociedad de su tiempo. La Norteamérica de las grandes praderas ha verticalizado su paisaje y, con ella, el héroe crepuscular ha dado paso al antihéroe urbano, tan raudo y elemental como el cowboy pero absolutamente condicionado por la arquitectura asfixiante de la metrópoli. Esta es solo una de las particularidades genéricas a la que nos enfrentamos al analizar la novela y el cine negro. Gun Crazy es un ensayo gestado en el Festival Internacional de Cine de Las Palmas, donde participaron algunos de los más reputados expertos del país. El resultado es un texto nutrido de voces tan sólidas como Quim Casas, Carlos Losilla, Antonio José Navarro o Hernán Migoya entre muchos otros. El libro arranca con una intensa defensa por parte de Jesús Palacios de las esencias pulp que anidan en las raices del género negro. La importancia de escritores adscritos al hard boiled, para el crítico madrileño, son tan determinantes como las influencias del “expresionismo” alemán (una realidad de origen causal, dado el número de técnicos germanos que emigraron de la Europa en guerra y dadas las particularidades de un rodaje de bajo presupuesto).
Esta nutrida edición, ademas de analizar aspectos iconográficos, y particularidades narrativas, se interesa por la revolución estéctica que se impuso en la concepción del film noir y en como ese virtuosismo técnico, esa abstracto imaginario concebido desde la limitación del presupuesto, influiría en futuras voces cinematográficos tan relevantes como las de Jean-Luc Godard o David Lynch (por citar dos ejemplos dispares).
Tras el claroscuro radical, la voz en off del protagonista, o el plano forzado que magnifica el pequeño decorado, se esconde el talento de realizadores como Jaques Tourneur, Joseph H. Lewis, Edgar G Ulmer o Phil Karlson. De todos ellos, Gun Crazy ofrece un estudio pormenorizado y riguroso que nunca esconde su intención reivindicativa.