Ben Affleck interpretará al nuevo Batman en la segunda parte de The Man of Steel, el reboot que la Warner ha impulsado de Superman, con la ayuda de Cristopher Nolan y Zack Snyder. Quizá más que descubrir porque han escogido a este actor y no a otro (algunas voces apuntaban al publicitario más conocido de Nueva York para el papel, Jon Hamm, protagonista de Mad Men), lo interesante del suceso es el rechazo casi unánime que ha generado en las redes sociales.

A los pocos minutos de que la Warner Universal anunciara que Ben Affleck interpretaría al nuevo Batman, su nombre había escalado hasta las primeras posiciones de Twitter, a las pocas horas ya había imágenes más o menos paródicas, todas negativas, sobre el actor y el superhéroe y, al día siguiente, el fenómeno se había dado la vuelta e incluso había algunos que le reivindicaban por pura provocación. ¿Por qué odiamos a Ben Affleck? ¿Porque este rechazo tan unánime y radical que incluso ha suscitado una petición en Change?

Quizá su lectura pueda arrojar un poco de luz sobre el asunto. La petición pone en duda sus dotes como actor para interpretar a un personaje como Batman (a quien), al mismo tiempo, el texto califica de "atroz su interpretación como Daredevil". Parece ser que el principal problema es que el público no lo ve como a una estrella de acción y que teme que su perfil, mucho más amable, destruya al personaje que construyó Christian Bale, el actor que hacía de Batman en las películas dirigidas por Nolan, que le dio un perfil más oscuro y torturado. El público no quiere a un Batman amable o tontorrón y me temo que esta es la imagen que tienen de Ben Affleck como actor. Curiosamente, la imagen mejora mucho como director, donde sí se ha ganado el favor del público gracias a películas como Argo.