publicado el 3 de octubre de 2013
Tres vídeos con entrevistas a gente corriente que se confiesa como seguidora de Satán. Los tres anuncian una página web que parece de una secta de adoradores del diablo (http://www.discoversatanism.com/). Una vez dentro, encontramos declaraciones de los protagonistas de La semilla del Diablo, de Roman Polansky (basada en el libro Rosemari’s baby de Ira Levin), que este año recibe un homenaje en Sitges por su 45 aniversario, además de merchandising, tazas con leyendas como “Hot as Hell, please” y camisetas del staff de Sitges de este año con mensaje: “I can offer you my help, the rest of me belong to Satan”.
Marta Torres | Son los anuncios del Sitges. Festival de Cine Fantástico de Cataluña de este año. Inspirados en los vídeos virales de Internet. Comparte con ellos el gusto por las declaraciones sorprendentes y la polémica, aunque no dejan de ser publicidad tradicional ya que se presentaron a los medios como lo que en realidad eran, anuncios del festival, y no publicidad de una supuesta secta satánica. Sin embargo, suponen un paso adelante en la estrategia de Sitges en las redes sociales y un guiño inteligente a un público acostumbrado a compartir todo tipo de contenidos en la red. “Somos cómplices”, parecen decir, “sólo los fans del cine de terror y los adeptos al festival entenderán la ironía de este vídeo”. En este aspecto, los vídeos actúan como una broma interna entre amigos que se conocen de toda la vida: refuerzan los lazos de comunidad entre Sitges y sus incondicionales a la vez que escandalizan (un poco) a los no iniciados. De todas formas, aunque sólo sea como experimento, hubiera estado bien que Sitges hubiera mantenido el anonimato y hubiera lanzado la campaña sin explicar qué o quién estaba detrás.
En este sentido –fortalecer los lazos con su público- es donde hay que ubicar nuevos proyectos como el lanzamiento de Phonetastic Mobile Sitges Film Festival, y que el festival define como “la nueva propuesta que acogerá cortometrajes realizados con teléfono móvil” realizados por cualquiera que posea un teléfono inteligente. El concurso no deja de obedecer a los criterios tradicionales de un festival con premio, si bien incorpora el uso del nuevo formato móvil, lo que democratiza algo el acceso y la participación. Está por ver si se premiará la inmediatez y la cercanía que propicia el nuevo lenguaje móvil, o se optará por los lenguajes tradicionales de la ficción de terror.
Detrás del proyecto está el propio festival y Cinephone, un Festival Internacional de Cortometrajes hechos con teléfono móvil que ya va por su segunda edición. Nuevas pantallas y nuevos formatos que pretenden establecer un vínculo emocional con el público, ávido de participar e involucrarse personalmente en el Festival.