publicado el 28 de abril de 2005
ESTE COMPLETO ESTUDIO DE LICANTROPÍA A TRAVÉS DE LOS TIEMPOS, debería convertirse en libro de cabecera obligado para todo aquel que sienta cierta empatía por la figura del lobo humano pero cuyo conocimiento se limite únicamente a aquello que pueda aportar el mito cinematográcico. Este magnífico ensayo de Sabine Baring-Guold, teólogo, arqueólogo, poeta y novelista nacido en Exeter, Ingaterra, en 1834, hace un repaso exhaustivo del licántropo a lo largo de la historia sin caer en plomizas moralinas de índole religiosa. La mirada científica del autor y su escrupulosa documentación como historiador no impiden que este profuso estudio haga concesiones a la alta literatura, así, acompañando sus mágníficos análisis, podemos reconocer bellos pasajes de literatura que adornan aquellos casos que en su día no fueron más que escuetos legajos de un juicio pretérito. El interesante equilibrio entre empirismo y ficción de este estudio lo hace algo único en su género.
Sabine Baring-Gould abarca entre otros temas la licantropía en textos antiguos de Virgílio, Herédoto, Ovidio entre otros, las leyendas escandinavas de los berseker, el hombre lobo en la edad media, el folklore inglés del were-wolf, el loup-garou de la Bretaña, los caníbales escoceses, cuentos indios, armenios, abisinos y un largo, etc.
Una mención aparte merecen los capítulos dedicados al sádico Marques de Rentz (lugarteniente de Juana de Arco) que fue juzgado y llevado a la hoguera por decenas de asesinatos de niños. Las declaraciones del imputado son especialmente significativas por lo salvaje de sus descripciones, tales como el festín de visceras que el noble se regalaba con los jovenes ante la mirada cómplice de sus no menos sanguinarios criados. El estudio nos aclarará muchos dudas acerca de los orígenes de la historia del hombre lobo y nos revelará puntos de conexión con otras realidades esotéricas como las brujas y sus ungüentos alucinógenos, así como con enfermedades como la esquizofrenia o la rabia, vistas por la inquisición como manifestaciones diabólicas.
La importancia de la publicación de este libro en nuestro país es capital, y como fuere que el autor no recoge leyendas de Galicia, Asturias, Cataluña o Castilla, el magnífico prólogo de Antonio José Navarro se encarga de complementar muy acertadamente la edición con algunos de los casos más relevantes.
La importancia de la publicación de este libro, en lujosa tapa dura, es sólo comparable a la que hace unos años tuvo el magnífico estudio sobre vampirismo del monje catalán Agustí Calmet Tratado sobre Vampiros. El libro de los hombres lobos satisfará los paladares más eruditos (especialmente la de los estudiosos de la edad media en Europa) y contentará también a todo buen aficonado a la literatura gótica.
Su mera existencia ya es todo un acontecimiento para los aficionados al género de terror.