publicado el 30 de mayo de 2011
Casa Asia Film Week se ha montado en tiempo récord y con apenas 45.000 euros
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Moss (Iggi, 2010) |
“Estamos orgullosos de haber creado un festival en tiempo récord y con un presupuesto seis veces inferior al de otros festivales de su categoría”. Lo ha dicho Mike Hostench, programador de Casa Asia Film Week (CAFW) y subdirector del Festival de Sitges durante la presentación oficial que ha tenido lugar hoy en la fantástica sede modernista que Casa Asia tiene en la capital catalana. A la presentación ha acudido también Ángel Sala, director de Sitges y encargado también de la programación.
Mike Hostench ha destacado en su intervención la dificultat de montar un festival que quiere ponerse a la altura del resto de festivales de su categoría con sólamente 45.000 euros de presupuesto, que incluyen tanto el dinero invertido como intercanvios y colaboraciones. “Estamos orgullosos de haberlo logrado”, enfatizó. Para conseguirlo, el festival se ha centrado solamente en conseguir una buena programación y ha llegado a acuerdos con distribuidoras locales para proyectar filmes que sí van a estrenarse en España, como es el caso de Flins & Pinículas con Confucio de la realizadora Hu Mei o Reign of Assassins, de Chao-Bin Su, distribuida por Fortissimo. En este caso, además, se pasará la copia original de la película ya que la distribuidora internacional que ha comprado los derechos remontará el filme para su estreno fuera de China.
El objetivo del festival es llenar el vacío que ha dejado el BAFF, el festival de cine asiático que ha puesto a la ciudad condal en el mapa durante diez años, pero marcando una identidad propia, cercana al público amante de los géneros populares asiáticos sin olvidar el cine independiente y de autor.
“Hemos querido abarcar un amplio espectro de cine y nuestra mirada ha sido más generalista que la que aplicamos en Sitges”, ha explicado Ángel Sala, que ha destacado el filme que abre el festival, Reign of Assassins, un wuxia firmado por Chao-Bin Su y el filme que lo clausura, The Stool Pigeon, “un polar honkonés”, obra del nuevo hombre del cine de acción de la antigua colonia británica, Dante Lam. Casa Asia Film Week dedicará una retrospectiva a Ann Hui, como parte de una apuesta por la cinematografía de Hong Kong, gracias a un acuerdo de colaboración con la Oficina Hongkonesa de Economía y Comercio Exterior (HKET0).
El festival se celebrará del 6 al 8 de junio en la sede de Casa Asia (con actividades y proyecciones gratuitas) y del 9 al 12 en los Cines Girona, y presenta una variada programación cinematográfica, con un total de 30 cintas, 11 de las cuales compiten en la sección oficial. También incluye mesas redondas, ponencias y presentaciones. El jurado de la sección oficial está compuesto por el programador cultural independiente Isaac Monclús, el crítico y ensayista Rubén Lardín, la crítica y profesora de Nuevos Formatos Audiovisuales en la URV Eulàlia Iglesias, Ángela Martínez, directora del departamento de audiovisuales del CCCB y Manel Ollé, profesor de Cine de Asia Oriental en la titulación de Estudios de Asia Oriental (UAB-UPF).
Guía para no perderse nada
La programación del CAFW es un paseo por todo tipo de géneros cinematográficos. Aquí teneis un pequeño repaso de la programación:
Thrillers coreanos. En el campo del thriller no hay que perderse Moss (Iggi, 2010), un thriller corenao rural, sin concesiones, de tres horas de duración, firmado por Kang Woo-Suk sobre un joven que regresa al pueblo para investigar la muerte de su padre.
The man from Nowhere (2010), de Lee Jeong-beom, es otro thriller made in Corea que ha conquistado las taquillas del país asiático con la historia de un hombre de turbio pasado y la ambientación del un filme noir.
Encontré al diablo (I saw the Devil, 2010) cierra el triunvirato del thriller con una violenta historia de venganza entre un policia y un asesino en serie. Se estrenó en Sitges el pasado año y tuvo muy buena acogida. Se distribuirá en España pero vale la pena verla en pantalla grande.
Blockbusters y artes marciales. Reign of Assassins, de Chao-Bin Su, inaugura el festival con un espectacular wuxia interpretado por Michelle Yeoh. El filme ha sido escrito y dirigido por Chao-Bin Su en colaboración con un grande la cinematografía honkonesa: John Woo con gran presupuesto y escenas de luchas espectaculares.
Otra propuesta de género con un gran presupuesto, en esta caso proveniente de Japón, es Space Battleship Yamato, Takashi Yamazaki. La película nos sitúa en el año 2199, cinco años después que apareciesen unos misteriosos alienígenas llamados gamilas y empezasen a atacar a la Tierra. A la raza humana apenas le queda un año de vida cuando se recibe un enigmático mensaje proveniente del lejano planeta Iscandar, asegurando que poseen un artilugio capaz de eliminar la radiación de la Tierra y ofreciendo su ayuda a los humanos.
Otro filme de gran presupuesto, en este caso un biopic, es Confucio, de la directora china Mei Hu, al que da vida el gran Chow Yun- Fat. El filme se estrenará en España.
Estilo Bollywood y pinku-eiga. Entre las popuestas más estranyas a priori del festival se encuentra Guzaarish, de Sanjay Leela Bhansali, un filme estilo Bollywood inspirado en la película Mar adentro de Alejandro Amenábar, y la impagable Yoyochu in the land of the rising sex, un documental centrado en uno de los realizadores más fructíferos del Pinku-eiga, Tadashi Yoyogi (más conocido como Yoyochu).
Clásicos. Una de las proyecciones más emocionantes será Haru's Jorney, un filme que el veterano Masahiro Kobayashi dedica a las víctimas del Tsunami y que sitúa en una pequeña aldea de pescadores en la remota isla de Hokkaido, al norte de Japón. Interpreta al protagonista, un viejo pescador medio cojo, el gran Tatsuya Nakadai, uno de los actores fetiche de Akira Kurosawa. Otro clásico del cine oriental, Johnnie To, estará presente con Don't go breaking my heart, un filme romántico que demuestra que el archiconocido director de acción... tiene otra cara.
Confessions, de Tetsuya Nakashima, es otra alternativa interesante. Tras arrasar en los premios de la Academia de Japón, donde logró alzarse con 4 estatuillas, incluida la de Mejor Película, y fascinar al público del Festival de Sitges, no sólo convenció a la crítica sino también al gran público de Japón: durante cuatro semanas mantuvo el primer puesto de la taquilla, logrando recaudar más de 42 millones de dólares y arrastrando a cerca de dos millones de espectadores a las salas de cine.