publicado el 30 de marzo de 2012
Marta Torres | REC, la película más importante del terror español de los últimos años, la que consagró internacionalmente al tándem formado por Paco Plaza y Jaume Balagueró, la que demostró que la forma, en el cine, es más de media película, y convirtió a la cámara en protagonista y al acto de filmar en argumento narrativo se ha reinventado en esta tercera parte de la mano de Paco Plaza. En su primera incursión en solitario –Filmax decidió que Plaza hiciera la tercera entrega y Balagueró, la cuarta y última–, el director valenciano se ha llevado la historia a su terreno... en todos los sentidos.
REC 3 Génesis es, a la vez, una reformulación de la idea original (una invasión zombie demoníaca) y una visión paródica de la misma. La reformulación empieza por la misma historia, que abandona el edificio de las dos primeras entregas y crea una ficción paralela ambientada en una boda con un buen puñado de escenas diurnas, aunque, eso sí, respetando la unidad de tiempo y lugar de sus predecesoras; toda la función ocurre en un dia y una noche y casi en un solo espacio: un lujoso salón de convites. Es en este escenario costumbrista donde brilla más el genio de Plaza. El director de Romasanta está en su salsa haciendo de retratista burlón de tipos humanos, usos y costumbres populares. De aquí los guiños constantes a los vídeos de boda, de los que toma prestado un cierto aire kitsch o la banda sonora, todo un placer culpable con piezas como Eloise de Tino Casal o Gavilan o Paloma. Destaca de la película una clara conexión valenciana, que empieza por su relación con el cine de Luis García Berlanga y termina en la plasmación de un terror de falla y mascletá, tragicómico en esencia, colorista y exagerado, por un lado, siniestro y desesperado, por otro. REC 3 lleva un poco más allá el peso de lo local como argumento terrorífico, el mal ya no son tus vecinos si no tu familia, tu tio, seguidor acérrimo del Valencia FC, su mujer regordeta, amante de los fulares chillones e incluso tu madre, mientras que el escenario del terror es el salón de tu propia boda. Los zombies de Paco Plaza son monstruos anclados culturalmente y tienen toda la fuerza de los iconos populares, de un modo similar a lo que ocurrió en el pasado con el cine de terror italiano (no haya nada más italiano que un giallo, aunque sea una copia imperfecta de un thriller americano). En este caso, brilla con luz propia el personaje de Clara (Leticia Dolera), vestida de blanco con una sierra mecánica. La novia sangrienta poseida por un furor uterino justifica por si misma toda la película y la emparenta con una larga tradición de símbolos que unen el amor, la pasión, el sexo y la muerte, desde la tradición clásica hasta Bodas de Sangre, de Garcia Lorca o incluso, de forma oblícua, La novia cadáver de Tim Burton y la novia vengativa que interpretaba Uma Thurman en Kill Bill de Tarantino.
Por otra parte, a Plaza tampoco le interesa contextualizar la saga o seguir la historia principal. Rec 3 Génesis no es ni una precuela ni contesta a ninguna pregunta que aclare el porqué de la plaga demoniaca que persigue a los protagonistas. Se prodía definir como una digresión o incluso como una sueño oscuro o una fábula de amor y de muerte, romántica en esencia, radicalmente distinta a las dos primeras entregas salvo por, quizá, el siniestro halo de destino inevitable y fatal que sella el final de todos los personajes.
Pero sin duda la decisión más importante y polémica de la película es el cambio de formato. Paco Plaza riza el rizo metalínguístico y después de caricaturizar el cinema verité usando a su doble en la película, el cámara que filma la boda, y darnos alguna que otra lección de puntos de vista, lo manda todo a paseo con una patada que es toda una declaración de intenciones. Rec 3 deja de filmarse a sí misma y vuelve al cine clásico de toda la vida, aunque después de perder su inocencia. En este sentido, la película tiene algo de confesión, algo cachonda, del director respecto a su relación con el cine, la saga y él mismo.
Algunas respuestas
Tuvimos la oportunidad de habalr con Paco Plaza, el director de la película, y sus principales protagonistas, Leticia Dolera y Diego Martín.