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publicado el 10 de junio de 2013

Crónica de Nocturna. Jornada 2. Los paletos vencen al monstruo infantil


Jug Face

La serie de televisión Juego de Tronos es un fenómeno social. Así lo puso de manifiesto el estreno del capítulo nueve de la tercera temporada dentro del festival Nocturna. La presencia de Natalie Dormer, una de las protagonistas de la adaptación catódica de la saga literaria creada por George R.R. Martin, llenó el madrileño cine Palafox de fans enfervorecidos.

Julio Vallejo Herán | Lejos de esta concesión a la galería, el certamen prosiguió en su segunda jornada con su apuesta por producciones independientes y alejadas del circuito comercial español. Dentro de la sección Oficial sorprendió muy gratamente Jug Face. El debutante Chad Crawford Kinkle nos traslada a una pequeña población estadounidense situada en medio del bosque. Todos sus habitantes rinden culto a los espíritus que habitan en un peculiar pozo. Estas entidades utilizan las vasijas de un alfarero deficiente mental como mensajes para la comunidad. El rostro de la persona que aparezca en la jarra designará al elegido para morir sacrificada. Una adolescente que ha descubierto que ella será la próxima víctima de esta horrible tradición intentará por todos los medios huir de su destino. No obstante, su atrevimiento provocará que los espíritus se cobren la vida de varios vecinos del lugar.

El joven realizador logra crear una atmósfera enrarecida entorno a los habitantes hundidos en la miseria moral y económica. En medio de este entorno cerrado y endogámico, la protagonista aparece como una joven rebelde que quiere escapar de las normas anticuadas de un colectivo donde reina la superstición. Crawford Kinkle evita el susto fácil y logra que nos identifiquemos con esa angustiada chica que quiere seguir viviendo.
Lo hace con la inestimable ayuda de la maravillosa interpretación de Lauren Ashley Carter, perfecta como la asustada protagonista. No menos magnífico es el trabajo de Sean Bridgers, creíble en el papel del alfarero deficiente que está enamorado de la chica. Como guinda del pastel encontramos a una avejentada Sean Young, estupenda en el rol de madre histérica.

Menos entusiasmo levantó Under The Bed, la cinta dirigida por Steven C. Miller que se proyectó dentro de la sección Oficial. Las aventuras de dos hermanos que luchan contra el monstruo que vive debajo de su cama no convencieron. El decorado es el típico suburbio tan habitual en las producciones adolescentes de Amblin, aunque la película carezca del encantó de muchas de aquellas películas. Los conflictos de la familia afectada por la muerte en extrañas circunstancias de la madre y los supuestos problemas psiquiátricos del hijo mayor no acaban de explicarse de manera satisfactoria. Por otra parte, los momentos más terroríficos producen risa. En definitiva, Under The Bed es un producto olvidable destinado al mercado doméstico que se encuentra muy lejos de sus modelos y de simpáticos tributos a los ochenta, como la reivindicable Miedos 3D, la película del gran Joe Dante.


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