boto

sitges 2013 - películas

publicado el 22 de noviembre de 2013

Mendoza se vuelve aburrido

Lluís Rueda | Es difícil catalogar un film como Sapi, ubicar su sentido en la filmografía de un director con una personalidad tan meticulosa como Brillante Mendoza. Si hasta el momento el grueso de su filmografía se había caracterizado por explicar historias con unas dosis de realismo que rozaban la impostura, personajes marginales, cámara al hombro, aprovechamiento de lo diegético hasta el extremo etc... con Sapi se nos ha revelado como un cineasta de estilo innegociable pero que se ha inspirado en una temática, la de de las posesiones, que en sus manos ni sirve como metáfora reveladora de la sociedad que retrata ni funciona como producto de horror al uso. Con una ciudad filipina a punto de ser devastada por un tifón (una idea que tristemente se hizo realidad meses después de estrenar el filme), Mendoza se esfuerza por retratar la identidad filipina más proclive al sensacionalismo y el precio a pagar de una periodista con ganas de triunfar y mercadear material audiovisual sensible con cadenas dispuestas a pagar mucho dinero. Pero el filme, que consigue algunas atmósferas inquietantes, siempre se ve lastrado por el estilo contemplativo, en cierto modo pasivo, de Mendoza, una manera de capitular a todo lo que le rodea que funciona cuando a lo que nos enfrentamos es real y anida en pulsiones de lo peor del ser humano, sin embargo lo sobrenatural en sus manos acaba deviniendo algo pseudocaótico, difícil de catalogar en términos de fantaterror y lo peor de todo, nocivamente aburrido.

Dicho esto, cabe reivindicar filmes excepcionales como Kinatay (a caso su mejor obra) capaz de sobrecoger al espectador sin salirse un milímetro de lo oscuro, lo real, lo posible, lo retratable y verídico de cualquier motel de carretera maldito en las afueras de Manila. Con Sapi, Brillante Mendoza da un pasito atrás pero a la que recupere su enfoque seguro que nos abastecerá con grandes obras. Su coqueteo con el fantástico necesita de planteamientos renovados que encajen en su fórmula maestra: la mirada del personaje atemorizado y curioso.


archivo