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libros

publicado el 13 de abril de 2006

EL GOLEM, ACASO LA OBRA MÁS CONOCIDA DE GUSTAV MEYRINK (Viena, 1868), combina a la perfección muchas de las virtudes de la tradicional novela gótica, reconocible por sus atmósferas arquetípicas, con los rasgos de modernidad de una prosa de enorme pulcritud alegórica. Para Meyrink, la alquimia era una pasión que trascendía lo puramente literario, así como la simbología de la magia o el espiritismo, del que fue uno de los primeros pioneros. El escritor vienés gozó en vida de una merecida fama de nigromante y su figura siempre estuvo rodeada de escándalos, bien por sus constantes duelos, bien por su antimilitarismo o bien por sus coqueteos con las drogas. Su última novela, El Ángel de la ventana de Oriente, participa de idéntica vocación transgresora, el relato, de una voz más personal y autobiográfica describe un proceso de iniciación marcadamente esotérico. El protagonista de la novela (cuyo nombre se nos oculta, y tras el que se esconde un guiño autobiográfico) hereda el diario personal de un antepasado, John Dee, célebre ocultista inglés que vivió entre 1527 y 1609 y que fue un personaje muy influyente en la corte británica de Isabel I. La lectura del diario personal de Dee pone de manifiesto la existencia de una cuarta dimensión alimentada por un culto pagano que se remonta a la época de las convulsas guerras entre protestantes y católicos en la práctica totalidad de la Gran Bretaña. La aparición en la vida del cabellero protagonista de la inquietante princesa circasiana Assja Chotokalungin o el tratante de arte moscovita Lipotin trasladan el universo impío de John Dee y demás acólitos de lo demoníaco a los albores del Siglo XX en un itinerario que lleva la acción a paises como Inglaterra, Polonia o a ciudades como Praga. El símbolo de poder de legendaria punta de lanza de Hoël Dhat, es el principal hilo conductor de El Ángel de la ventana de Occidente, un relato en el que la sombra de la diosa pagana Tsais recorre cada capítulo.

Con esta pieza maestra, un Gustav Meyrink en franca decadencia intentó resarcirse de una difícil situación financiera. La novela, escrita con la estimable colaboración de el historiador Alfred Schmitd-Noerr se disponía a revisitar la figura de Fausto desde una concepción más gnóstica. La popular novela de Goethe y la figura histórica de John Dee un personaje histórico que ha inspirado otras obras de ficción como Egipto de Jim Crownley o John Dee: The World of an Elizabethan Magnus de Peter French, fueron los dos elementos claves que inspiraron a Meyrink.
Centrándonos en el personaje de Jonh Dee, cabe señalar que fue una figura intelectual de primer orden y su ciencia abarcó diversas disciplinas: matemáticas, astrología, criptografía, cartografía, teología, derecho, medicina, además de alquimia y otros campos de orden hermético, fueron algunas de las materias en las que brilló este enigmático caballero del renacimiento.

El Ángel de la Ventana de Occidente seducirá al lector tanto por su exquisito sentido del suspense, como por su estilo barroco, simbólico, y arrebatado (como no podía ser de otro modo en una obra de sus caracteríasticas). Indicado para aquellos, iniciados o no, deseosos de aproximarse al entorno karmico que tanto sedujo a los rosacrucianos o a excelsas figuras de la literatura cruel como Villiers de L´Isle-Adam. La exposición ritualizada de los elementos que conducen al transito de la inmortalidad, tales como algunos objetos de poder, así como la presencia de historias paganas como la del brujo escocés Barlett Green y su bota de plata, son algunos de los elementos que harán de este libro una auténtica pieza de culto para aquellos que aún no lo conocían.


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