publicado el 26 de mayo de 2008
Tali Carreto | Cuando en el reciente Festival de Málaga 3 días, debut en el largometraje del cordobés F. Javier Gutiérrez, se llevó el premio gordo, más de uno de los allí presentes no cabíamos en sí de gozo. ¿La razón? Bien sencilla: que un festival dedicado al cine español y con una sección oficial copada de forma ostensible y preocupante por títulos de resultona pero cansina caligrafía televisiva –por no hablar del cacareado “efecto MAS”, o como Miguel Ángel Silvestre ponía palote al personal- un premio como éste suponía toda una señora alegría. Porque 3 días, digámoslo ya, es un thriller a la americana. En el buen sentido del término: un filme estupendamente rodado e interpretado –atención no sólo al siempre solvente Eduard Fernández, sino también a Mariana Cordero, justamente premiada, y a Víctor Clavijo, dos brutales actores que aquí encuentran por fin su oportunidad para lucirse- y con una calidad técnica, encima, que apabulla.
Claro que si a este esmero en los aspectos técnicos, se une una premisa tan espectacularmente original como plantear un “Armageddon” en un pueblo español terruñero a más no poder, la jugada entonces es casi perfecta. Adolece, tratándose de un primer filme, de algún que otro escollo en el guión: el pasaje del encierro de dos de los niños por parte del protagonista mientras lleva a los otros dos al pueblo, por ejemplo, o ciertas frases huecas en diálogos de transición entre éste y su antagonista, un criminal Soro, eso sí, magníficamente creado a base de misterio y salvajismo a partes iguales.
Pero la imagen es tan poderosa –ese grano, esa fisicidad palpable en cada fotograma- y el ritmo tan poderoso, con un clímax no por esperado menos inquietante, que como bien dice la frase promocional del filme, “si te paras te atrapa”. F. Javier Gutiérrez había demostrado en sus anteriores trabajos en pequeña duración que sabe dar una de cal y otra de arena, cómo ser sugerente o explícito según lo necesite la trama, la historia, la escena. Recuerden si no su aplaudido corto Brasil o aquella diminuta pieza de orfebrería en suspense, todo un homenaje a Psicosis, que fue La habitación de Norman, menos de minuto y medio en riguroso blanco y negro para mostrar toda una mente (enferma).
Así, tampoco resulta extraño que la historia hilvanada por el guionista Juan Velarde le venga como anillo al dedo. Y Gutiérrez no deja pasar la oportunidad, engatusando al espectador en su particular montaña rusa sin dejarle apenas respiro. Desde la secuencia inicial a ese memorable plano final –hacía tiempo que una película española no nos regalaba un “The End” tan logrado- 3 días no es sólo un filme impecable, que juega sus cartas entre el fantástico, el psychothriller y el costumbrismo con mano ganadora: también es la esperanza de una industria, la española, que ha encontrado en este joven cineasta una razón más para seguir soñado despierta.