publicado el 11 de noviembre de 2008
¿Tenía pensado debutar con una película de género, con un thriller?
Pau Roig | No creo que esta película sea un thriller, yo siempre he dicho que es un drama. Sin embargo, creo que tengo una tendencia natural hacia el cine policíaco y de intriga; cualquier guión que escriba tendrá inevitablemente un toque de thriller aunque quizá no lo sea. Yo pensaba que había escrito un drama, pero ahora todo el mundo dice que es un thriller.
¿La película se inspira en hechos reales?
Sí, el origen de The chaser se encuentra en una serie de asesinatos cometidos en Corea en el año 2004. Un asesino en serie mató a dieciocho personas y finalmente fue condenado a la pena de muerte. Durante la escritura del guión lo que más me preocupaba era que la historia y los personajes parecieran reales. Por eso intenté crear un asesino que se pareciera a mí, intenté imaginar qué haría yo si quisiera matar a alguien. En ese momento, vivía en un barrio parecido al que aparece en la película y una noche hubo un asesinato al lado de mi calle.
Me ha sorprendido la atmósfera triste y oscura, pesimista incluso, que respira el filme, especialmente en el desenlace.
Mi punto de vista, mi perspectiva respecto al mundo y a la sociedad es así. La gente piensa que una mujer coreana puede caminar tranquilamente por la calle de noche, y eso no es así. Determinados barrios de Seúl, por ejemplo en el barrio dónde rodamos parte de la película, no son nada seguros, y también hay mucha corrupción policial. Mi intención era criticar esta situación, mostrar que Corea, en determinados aspectos, aún está lejos de superar la herencia de la terrible dictadura que padeció, todavía hay que trabajar para recuperar los derechos humanos. La última escena del filme es muy reveladora en este sentido. Hay mucha gente que quiere tapar y ocultar las cosas que no están bien o que no funcionan; el gobierno intenta hacer creer al mundo que Corea es un país seguro.
¿Fue complicado debutar en la dirección con una película de estas características?
Pude hacer la película que quería hacer pero tuve que trabajar muy duro, conseguir la inversión necesaria, bastante elevada para una ópera prima de un director joven como yo, fue realmente difícil. Al final el presupuesto previsto inicialmente se recortó un poco pero no tuve que hacer frente a ninguna imposición de los productores.
¿La mezcla de elementos y de géneros es una constante del cine coreano?
En Corea las películas que mezclan diversos géneros, aunque sean géneros muy diferentes entre sí, como el thriller y la comedia, por ejemplo, suelen tener más éxito, o más posibilidades de éxito, que las que no lo hacen. A los espectadores de Corea les gustan mucho este tipo de mezclas, jugar con distintos géneros, distintos tonos y texturas a la vez es una cosa natural y perfectamente asumida tanto por el público como por los directores. Los coreanos tienen mucha prisa, Corea es un país que vive a un ritmo muy rápido, la gente no suele aguantar el aburrimiento y eso para mí es muy positivo. En The chaser he intentado combinar la lentitud y la velocidad, la tensión y la relajación, creo que es la mejor manera para atraer e interesar al público.
¿Existe alguna diferencia entre los thrillers de procedencia coreana y los thrillers norteamericanos?
Un thriller puede tener elementos humorísticos, pero no por ello deja de ser un thriller, un thriller puro. No hay que perder de vista lo esencial, lo que se quiere decir, eso es lo más importante; el cine coreano, a diferencia del norteamericano, apuesta por un cine más humano, aunque sea de género, y por eso resulta más humano, y quizá también más inquietante.