publicado el 24 de julio de 2009
Vincent Price. ‘Witchfinder General’ (1968)
Nos faltaba un inquisidor cabrón hasta la médula, y qué mejor que el gran Vincent Price, las cejas más sugerentes del horror contemporáneo, para contextualizar en su porte irritante de soltero malcriado a un maestro de la tortura. Este puede ser uno de los primeros iconos de una larga lista de fanáticos que desgarran el alma y la carne de las jovencitas que se han alejado de la palabra del Señor. Pues ala, a darle al hierro candente Vincent.