publicado el 30 de julio de 2009
Se llama Mark Price y es un humilde galés de 30 años y trabajador de mensajería. También es un director de cine que ha rodado una película sobre zombies en sus ratos libres con dos cámaras domésticas y la ayuda de muchos amigos. El presupuesto no ha excedido los 50 euros (45 libras), que ha gastado en cafés, te y palancas… La película, que se presentará en el festival de Sitges, se estrenará el próximo octubre en las salas del Reino Unido.
Colin es una película sobre zombies algo particular, por una parte narra la historia de un zombie desde su punto de vista – lo que no es muy frecuente- y por otra, es el colmo del amateurismo bien entendido: se ha rodado sin apenas presupuesto, con dos cámaras domésticas y colorante alimentario. Además, el director la ha montado en el ordenador de su trabajo empleando programas de edición como Adobe Premiere 6.
No puede decirse, sin embargo, que la producción del film fuera corta. Empezó a rodarse en agosto de 2005 en escenarios de Gales e Inglaterra y el montaje se alargó 18 meses. El trabajo ha valido la pena ya que Colin consiguió el premio especial del jurado del Festival Revenant (Seattle) en Estados Unidos. Fue más difícil conseguir la distribución ya que Prize tuvo que desplazarse a Cannes y pagarse una camisa (los pantalones eran prestados) para asistir a los encuentros con las empresas distribuidoras.