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FICHA TÈCNICA

Moonfall

Moonfall

director:

Roland Emmerich

año:

2022

nacionalidad:

Estados Unidos, China

productores:

Centropolis Entertainment, Street Entertainment, AGC Studios

estreno en España:

4 de febrero de 2022

120 minutos

Conspiración en la Luna

El maestro del cine de catástrofes Roland Emmerich (Independence Day, El día de mañana) siempre ha mostrado a lo largo de su hiperbólica filmografía un pulso envidiable y desprejuiciado a la hora de abordar desastres naturales, invasiones alienígenas y toda suerte de ocasos colectivos y urbes condenadas a la destrucción. Cabe decir que en esa parcela se ha hecho un nombre tanto entre el público como en cierto sector de la crítica afín a las bondades del cine popular y el entretenimiento sin excesivos apuntes reflexivos o moralejas perecederas. Pero a su vez, Emmerich también se ha erigido en una suerte de nuevo apóstol del descaro, de la inexactitud científica a sabiendas y de la posverdad histórica con delirantes saltos de milenios y cruces imposibles de civilizaciones en sus relatos.

Lluís Rueda | En Moonfall, Emmerich redobla su apuesta y propone un cóctel con antihéroes, una Luna que se sale de su órbita y las consecuencias que provoca en la Tierra. Un más, mejor y ahí va todo que acaba dividido en dos ejes narrativos, el de los astronautas luchando contra una fuerza desconocida en la Luna --un monstruo nanotecnológico causante de la salida de órbita del satélite-- y las pesquisas en el planeta Tierra en una lucha contra el reloj y los elementos.

Moonfall cuenta con referentes en clásicos como Terremoto (Mark Robson, 1974), pero también toda una lista de películas de amenazas extra y exotrestres como Deep impact (Mimi Leer, 1998), Armagedon (Michael Bay, 1998) o El núcleo (John Amiel, 2003), todas ellas hijas del legado del propio Emmerich. Si bien la aparatosidad de las secuencias del desastre en la Tierra es reiterativa y mil veces vista, algunas de las fugas de la batalla en la Luna aportan un festín psicodélico, un refrito mordaz y un paquete bomba conspiranoico de órdago. Si lo aceptas como regla del juego entiendes que esa deriva surrealista no está muy alejada de la exposición del realizador en Stargate (1994) o de la película de Ridley Scott Prometheus (2012).

Emmerich se abona a la teoría de los antiguos astronautas con descaro marcial, se apropia de una conspiración lunar que sonrojaría al barón de Münchhausen y coquetea abiertamente con la filosofía de Erich von Däniken y Giorgio A. Tsoukalos. Pero, lo que para unos es perniciosa pregunta-afirmación, para el realizador alemán es un juego ficcional que le permite dar un toque moderno a su teatro de desastres. Y en esta parcela cabe decir que la incorporación del “doctor” CK Houseman, interpretado por John Bradley (Samwell en Juego de Tronos) hace un doble e interesante juego: convierte a un nerd de la astronomía y las macroestructuras, friki de manual y personaje con el que es imposible no empatizar, en el elemento cómico del filme, pero a la vez en el héroe casual que acaba por ensombrecer la coraza blanca de los aguerridos Patrick Wilson (el astronauta redimido Brian Harper) y Halle Berry (la mandamás de la Nasa empeñada en salvar el mundo, Jo Fowler).

En resumen, como filme de catástrofes, Moonfall no es mejor que la muy estimable El día de mañana (2004), pero se le ha de reconocer la imaginativa pirueta de incorporar el elemento conspiranoico como acicate meridianamente sólido en términos de ficción. Tampoco es necesario que os la cuele por la esquina, ejem. Respecto al nivel del espectáculo poco que decir, su despliegue es rotundo y simpática resulta su fijación por el yate arrastrado por un tsunami en plena ciudad, un icono reiterativo que nos acompaña desde aquellas imágenes televisivas del tsunami real de 2011 en Japón, otra insuperable "película" de catástrofes.


Artículo publicado el 4 de febrero de 2022

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