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publicado el 15 de abril de 2004

Rottweiler (impresiones sobre un rodaje)

Nos hemos acercado al rodaje del séptimo largometraje del sello Fantastic Factory de Filmax que estos días se está llevando a cabo en Barcelona. Su director Brian Yuzna vuelve a ponerse tras la cámara tras ‘Faust’ y ‘Beyond Re-Animator’ y en esta ocasión adapta un guión escrito por Alberto Vázquez-Figueroa a partir del material de su propia novela ‘El perro’ (que ya fue adaptada cinematográficamente por Antonio Isasi Isasmendi en 1977).

Lluís Rueda | Rottweiler nos cuenta la huida de Dante (William Miller) de un campo de prisioneros en la frontera del sur de España creado para detener el flujo migratorio. En su huida, marcada por la búsqueda de su amada Ula (Irene Montalà), Dante, se las tendrá que ver con un perro de fauces demoníacas que no cejará en su intento de darle caza. Las vicisitudes del joven Dante constantemente asediado por el peligro marcarán el devenir de este thriller que a priori parece un punto de inflexión en la carrera de su realizador.

El reparto de Rottweiler se completa con los actores Paulina Gálvez, Paul Naschy y Lluís Homar. A nivel técnico Yuzna cuenta con Javier Salmones como director de fotografía y Balter Gallart como director artístico. Entre las novedades técnicas del filme destacan los muñecos "animatrónicos" creados por la empresa norteamericana Vincent Guastini Productions (Dogma, El último Mohicano) que se encargaran de dar vida al temible rottweiler de mandíbula y dientes metálicos.

Ver trabajar a un director es siempre una experiencia singular, hay directores de talante frenético que abarcan todos los detalles de un rodaje en un derroche de energía encomiable y hay otro tipo de realizadores que hacen funcionar la maquinaria desde una posición omnipresente, sabiendo delegar y poniendo los puntos sobre las íes en los momentos imprescindibles. La complicidad que muestra Brian Yuzna con su equipo le situaría en este segundo grupo de directores, su experiencia como hombre de industria (recordemos su faceta de productor) tiene mucho que ver con su capacidad para crear complicidades sin desatender los detalles de la película que a buen seguro ya ha visualizado en su cabeza.

Brian Yuzna aparece por el set con su gorra de béisbol calada hasta las orejas y un anorak rojiblanco, camina a lentas zancadas y con el semblante relajado.

Se prepara el rodaje de un secuencia exterior nocturna. Un callejón oscuro en unos viejos almacenes de la calle Valencia se ha convertido en la arteria principal de un barrio canalla; los neones y las luces rojizas de los prostíbulos riegan los rostros de las decenas de extras: prostitutas, chulos, traficantes… A primera vista uno ha de reconocer que el trabajo de producción es excelente. Brian Yuzna aparece por el set con su gorra de béisbol calada hasta las orejas y un anorak rojiblanco, camina a lentas zancadas y con el semblante relajado. Su esbelta figura contrasta con su aire meditabundo.

Es prácticamente el ecuador del rodaje, el equipo no trabajará más de tres días en esta localización si todo funciona como dios manda.

Se hace un ensayo real de la secuencia, con cámara y sonido, el silencio es total. Tras un pequeño descanso se cree oportuno realizar un ensayo más. Durante el segundo ensayo, con permiso de la directora de producción Reyes Matabuena, nos acercamos al combo donde Brian Yuzna y Javier Salmones comentan los detalles de la iluminación.

Es una comunicación prácticamente de orden gestual, Yuzna señala en el monitor aquello que no le convence y el director de fotografía parece entenderle a la perfección casi sin intercambiar palabra.

Brian Yuzna: "Muchas de las escenas se han tomado específicamente del libro, especialmente aquellas que se ocupan del duelo entre el hombre y el perro."

Unas máquinas de humo convierten el callejón en un lugar si cabe más inquietante, pero el fuerte viento que sopla en Barcelona se encarga de desbaratar el efecto. Es un problema. Mientras se busca una solución y se rectifican algunos puntos de iluminación el protagonista del filme William Miller (visto en The Mix y la serie de TV Cuéntame), se abriga con una manta; su personaje va ataviado con poca ropa, apenas una camisa desgajada.

De pronto una voz difícil de distinguir entre la multitud de profesionales que se mueven de arriba a abajo aconseja el inmediato rodaje de la escena aprovechando el cambio de dirección del viento. Dicho y hecho, Yuzna interpreta que la observación es acertada. Rodando y acción. A través del monitor parece ir todo bien… acaba la secuencia y se crea un murmullo.

El director pide otra toma, algo no le convence. La maquinaria vuelve a ponerse en funcionamiento y a la segunda queda satisfecho. Javier Salmones parece de acuerdo. Es buena. Ahora toca rodar un plano complementario. Sigue haciendo frío y la noche puede ser larga. Esperamos un momento de descanso para cruzar unas palabras con Brian Yuzna, pero somos pacientes. Siempre es un privilegio ver trabajar a un hombre de su experiencia.



En su nueva película como director para la Fantastic Factory usted retoma un material de Vázquez-Figueroa adaptado a la gran pantalla por Antonio Isasi Isasmendi ¿Cuánto hay en este proyecto de remake, o bien se trata de una adaptación completamente nueva?

Rottweiler es una interpretación completamente nueva del libro de Vazquez-Figueroa, El perro. No había nada que hacer con el filme de Isasi Isiamendi. Nosotros hemos interpretado el libro en clave de género de terror para la Fantastic Factory.

¿Qué le atrajo de la historia y como piensa llevarla a su terreno personal?
La idea de desarrollar el libro para la Fantastic Factory fue de Julio Fernández. Nosotros intentamos mantener la estructura básica de la novela de Vázquez-Figueroa que trata de un prisionero político fugado perseguido por un perro al tiempo que intenta volver a buscar a su amante. Muchas de las escenas se han tomado específicamente del libro, especialmente aquellas que se ocupan del duelo entre el hombre y el perro. No obstante, para conseguir un filme de terror nosotros hemos incluido la historia de amor en la tradición del romanticismo gótico y hemos convertido al perro en un rottweiler con dientes de metal y algunos huesos de este material. Por lo tanto, es bastante más indestructible que un perro convencional.

Brian Yuzna: "Diría que Fantastic Factory no ha excedido nuestras aspiraciones, pero sí ha excedido las expectativas que tenía buena parte del público en nuestro éxito"


Usted ha alternado en su carrera la faceta de director con la de productor y parece sentirse a gusto en ese doble rol. ¿Pero en cuál de esos dos papeles se siente más realizado?

Me gusta más dirigir pero manteniendo el punto de vista del productor, que abarca todo el filme. Algunas veces, como director puedes sentir que una vez has terminado de editar el filme, pierdes contacto con él. Un productor está más cerca de la película desde su concepción, las negociaciones, su recorrido a través de la producción y la explotación. Como hacedor de películas me gusta colaborar con los artistas y los técnicos que admiro y encuentro interesantes. Para mí ésta es la parte más estimulante. Solamente como productor puedes trabajar con la gente más interesante que trabaja en un filme, los directores. También me gusta tomar parte del proceso de decisión sobre las ideas y guiones que se desarrollarán dentro de los proyectos de Fantastic Factory, no sólo por los fans sino también por los compradores internacionales. Es importante tener una mezcla de subgéneros y de estilos. Fantastic Factory es un proyecto muy emocionante.

¿Qué piensa de la evolución de la Fantastic Factory hasta la fecha? ¿Han cumplido las expectativas creadas? ¿Y en todo caso cuáles eran?

Diría que Fantastic Factory no ha excedido nuestras aspiraciones, pero sí ha excedido las expectativas que tenía buena parte del público en nuestro éxito. Rápidamente nos hemos convertido en conocidos y respetados en todo el mundo y los filmes de la Fantastic Factory, en mi opinión, son los filmes de género más interesantes que se hacen actualmente, especialmente en su variedad. La única meta que áun estamos procurando alcanzar es la producción de cuatro filmes de Fantastic Factory al año.


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