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publicado el 15 de septiembre de 2011

Norberto Ramos del Val. El arte de la subproducción

El realizador, productor y guionista cántabro Norberto Ramos del Val estrena nuevo filme, El último fin de semana, un largometraje con tintes apocalípticos que no dejará indiferente. Con el filme de culto Muertos comunes (2004) como ópera prima y Hienas (2009), una web serie a la postre convertida en filme a sus espaldas, el director se supera a si mismo ofreciendo un interesante thriller autoproducido y rodado en dos semanas. El último fin de semana nos abre un debate muy interesante sobre el cine independiente en España y nos sirve de acicate para reflexionar sobre el oficio de director y muchos otros temas de interés.

Lluís Rueda |

Hablemos de El último fin de semana, película autofinanciada, rodada en dos semanas y con un puñado de buenos jóvenes actores. ¿Cómo se gestiona todo eso?

Supongo que con mucho cuidadito, un poco de orden y sobre todo unas ganas locas por hacer pelis como sea. De verdad que sonará un tanto absurdo, pero te prometo que cuando pasa el tiempo yo soy uno de los sorprendidos por haber conseguido montar de nuevo el gran lío que es hacer una peliculilla… No se, supongo que entro en una fase de posesión en la que me auto-obligo a tirar para adelante con una “subproducción” como ésta y luego, simplemente, lo veo unos meses después y soy el primero en flipar. Esto es muy tonto porque a parte de dirigir la peli me he encargado de la foto, del montaje de imagen y sonido, de toda la postproducción… Vamos: de todo menos de la música y el poster (obra del gran Sergio Rozas para UserT38).

Esta vez recuerdo que el casting fue un proceso más largo de lo normal porque me dio por intentar contactar con gente que conocía poco o nada personalmente… y claro, eso con cheques por delante no tiene ninguna dificultad, pero cuando tienes que contarles que te vas a Cantabria dos semanas a rodar a lo punki… Ja, ja, ja.

Una vez volví al método habitual, llamé a los amigos y monté el equipo, todo fue asombrosamente fácil para lo “fácil” que puede ser como tú bien dices rodar una peli en dos semanas con dos cámaras de fotos, una encargada de vestuario (Marta Fernández Tapias) que se quedó en Madrid por aquello de ahorrar, el mejor sonido directo (Martínez de San Mateo), una maquilladora (Ana López Villar), mi gran socio Javier Albalá como una especie de ayudante de dirección y de todo, mis padres echándonos un cable, y media docena de actores encantados de estar en esta macarrada de producción. Todos ahí colaborando para la causa sin ver un euro y sabiendo que lo mismo no lo vemos jamás…

¿Cómo calificarías la película? ¿Un horror-thriller con as en la manga? ¿Un filme apocalíptico?

Es una peli de miedo bastante retro. ¿Apocalíptica? Sí, claro, también. El fin del mundo puede ser algo muy sencillito. Intentamos ya desde el guión, co-escrito con Javier Sánchez Donate, autor de los cortos Torre y El Soñador de Oskar Santos y ahora metido en el de la nueva de Gabe Ibáñez (el de Hierro), jugar con el espectador y las referencias típicas de las películas de miedo dándole a todo una vuelta, para centrar el interés del espectador casi más en lo que no ve que en lo que está claro. No queríamos hacer un slasher, que así de primeras era lo primero que se nos ocurrió con lo que teníamos (una casa al lado de la playa, un puñado de actores y todo el paisaje de alrededor… ¿Bahía de Sangre?). No tiene demasiado sentido y o lo haces bien bonito (o sea, con tiempo y dinero) o déjalo. Así que buscamos otros caminos.

Tu cine tiene algo de atemporal, casi de décadas pasadas. ¿Es una cuestión de afinidad estética con realizadores españoles que te gustan? De ser así, ¿podrías citarlos?

¿Mi cine? Anda, no jodas. Odio eso de "El cine de…". No busco un estilo. Simplemente creo que cada peli debe de tener el que mejor le pegue… y si, Muertos Comunes me pareció que tenía que parecer una peli macarra de los setenta, en ésta tanto el guión como los nulos medios técnicos me ponía a huevo volver un poco al cine más clásico. Además cuanto más viejo me hago menos soporto las moderneces y dejé de ser superfan de los efectos especiales en los 80. Si juntas eso con el fantaterror, como os gusta llamarlo a los expertos… apareces en terrenos que pueden recordar a las pelis de Armando de Ossorio (de cuya La Noche del Terror Ciego intenté una vez hacer un remake que parece que nunca saldrá) o incluso Jesús Franco (espero que las buenas, claro)…


Compañeros de profesión y críticos de cine hablan maravillas de Muertos comunes, tu primer largometraje. ¿Crees que eso te ha ayudado o te ha perjudicado?

Algunos hablan maravillas y otros me quieren bien poquito. Pero esto también tiene su gracia. Creo que no hay comentario más desagradable tras una peli que el de "ah, está bien". No. Prefiero que después de ver una peli mía quieran matarme o les parezca que han pasado hora y media entretenidos y que les queda un regustillo después. Eso es lo bueno. Eso pasaba con Carpenter, con Taboada o con Mario Bava, salvando las grandes distancias. Que siempre te acuerdas de la peli o de algo de ella aunque tampoco sea una gran obra. Ha sonado de un prepotente que espanta… pero bueno, ya me entiendes.

Pero si te refieres a que después de Muertos Comunes desaparecí del mapa… Sí. Me costó como 4 años levantar esa peli y casi terminé haciéndola “a mano”. Después no me quedaban ganas de empezar con otro proyecto, que tampoco había tenido ni tiempo ni energía para crear o buscar. Y la peli era “de provincias”, como dicen los de la capital… Vamos, que no era precisamente una producción de los que manejan el cotarro. Filmax en este caso no era más que una distribuidora desmotivadísima. Si te digo que nos tuvimos que pagar las copias del dvd para los miembros de la academia entre Albalá, Luchy López y yo… te deja bastante claro cómo estaba el patio. Así por lo menos la vio toda la profesión y tengo grandes fans por ahí entre los “clásicos”. Aunque tampoco me han llamado nunca para producirme algo, se por lo menos que diciendo “hola, que soy el de “Muertos Comunes”” lo mismo hasta me escuchan un ratito.

El último fin de semana es una película de miedo bastante retro. ¿Apocalíptica? Sí, claro, también. El fin del mundo puede ser algo muy sencillito

Eres de los que no se muerde la lengua a la hora de decir lo que piensas y una de tus quejas reiterativas hace alusión a la dificultad que tenéis algunos realizadores independientes para mostrar vuestras obras en festivales importantes. ¿Qué no funciona y porqué?

Bueno… ¿Qué quieres que te diga? Los festivales los llevan personas con sus criterios y sus amistades. Y no te creas que esa gente está ahí para echar una mano a nadie o para descubrir nada. En la mitad de los festivales que han pasado de poner esta película han puesto las últimas de Carpenter o Landis, que pueden ser flojas, que puede que lleven hechas más de un año… pero coño… mira de quien estamos hablando. Van a lo seguro.

En la otra mitad de los festis fantásticos simplemente siguen matándose a pajas con las pelis asiáticas de venganzas sanguinolentas, las pelis yanquis que hay que poner porque mandan las distribuidoras y algunas pedanterías “de autor” coladas por los amigotes. Y si luego en los festivales “importantes y serios” siguen pasando del género… Pero bueno, todo es seguir dando el coñazo y buscando hueco, que el mundo es muy grande y está llenito de freaks.

Nos encanta la música de tu película y la selección de actores. ¿Costó mucho convencer a estos profesionales para esta aventura fílmica?

La historia de Nicklas parece de guión barato… Conocía su grupo Anekdoten que me gusta mucho, pero realmente le descubrí en el disco “Symphonic Holocaust” de Morte Macabre, del que conseguí una de las cien primeras y limitadísimas copias de la primera edición. ¿Cómo llegó esa copia a Sestao cuando se supone que la hicieron para los amigos en Estocolmo? Ni puñetera idea tenemos, pero no deja de tener su gracia. Un discazo con versiones de “La Ciudad de los Muertos Vivientes”, “The Beyond”, “La Semilla del Diablo” u “Holocausto Canibal”. Así que cuando Pablo Tato, el músico de “Hienas” me dijo que no podría hacer ésta… le mandé un mail a Nicklas Barker sin conocerle y por el puñetero morro vía el santo Facebook y a los cinco minutos tenía músico para mi peli.

La colaboración ha sido tan estupenda que seguro que seguimos haciendo cositas juntos. Compartimos un montón de referencias tanto cinéfilas como de bandas sonoras y rock progresivo… De hecho le mandé por mail unas nueve páginas diciéndole más o menos qué pensaba que iría bien a cada momento de la peli… y con ese “guión” fuimos forjando a base de mails y MP3 su primera pedazo de banda sonora, que de paso se está vendiendo estupendamente. Es uno de esos casos en los que, cuando la gente dice aquello de “la música está muy bien” no es por sacar algo digno de la peli, sino porque es cierto.

Sobre el casting… Cada persona apareció de forma diferente. A Irene Rubio la conozco hace muchos años y ya había trabajado en Hienas (retoma el personaje que hacía Manuela Velasco como a la mitad de la serie) y varios otros experimentillos. El caso es que, como siempre, tuvieron que pasar una pila de nombres antes de ver clarito que lo tenía que hacer ella. Ya te he dicho antes que me dio por intentar hacer la peli con gente que no conocía…

Mira, por ejemplo a Alba Messa no la conocía, pero tampoco la busqué yo. Había hecho una serie por Galicia y por allí es famosilla y tal… pero vamos, que yo no la había visto en la vida. La tía se enteró de que estaba montando este proyecto y se presentó con todas sus ganas en plan “aquí estoy yo, que quiero un papel”. Me encantó su energía y aposté por ella. Cuando le den el Goya me lo tendrá que dedicar.

Silma López es otro caso curioso, porque la conozco desde que tenía como cinco años… Así que nada, que estaba clarito que la chica más jovencilla y freak de todas tenía que ser ella. De paso es una pedazo de actriz, con la que ya hice el corto INVSN (una frikada importante) así que ya sabía que podría con el papelón.

A Nacho Rubio le conozco también desde hace años. Siempre andábamos con la tontería de “a ver si hacemos algo” y al final le ha tocado hacer del chico de la peli… en una peli de chicas. No se puede quejar. Además de un gran actor es un currante que ha hecho de ayudante de producción, de cámara B y de a saber cuantos cargos más cuando no le tocaba salir delante de la cámara. Nos salvó del naufragio en más de una ocasión.

Marián Aguilera es una espinita que me tenía que quitar. Soy super-fan desde siempre y me flipa. Para Muertos Comunes estuvimos a puntito de currar juntos pero no sabemos qué pasó (productores, representantes…) que al final no pudo ser. Así que le pasé el guión, le pareció una experiencia divertida eso de venirse a rodar a lo punki… y hala, ahí está la tía dándolo todo. Estoy encantadísimo con ella y no tengo ninguna intención de borrar su teléfono de mi móvil.

Cinco razones por las que Norberto Ramos del Val cree que debemos ver 'El último fin de semana'.

Por las actrices que son estupendas, porque puede sorprender (una cosa que yo creo que se echa de menos mucho últimamente), porque la música está de puta madre, porque se pasa un buen rato y porque se pasa un mal rato y… ¿He dicho que las actrices están estupendas? Ah, bueno, los actores tampoco están mal.


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