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publicado el 14 de diciembre de 2011


(De izquierda a derecha) Alex y David Pastor

Zombies, ciencia ficción, apocalipsis, Pinocho, una visión satírica de La Guerra de las Galaxias y más zombies copan la lista de los guiones más deseados y no producidos de Hollywood, que se recogen cada año en la Black List (lista negra). Entre ellos, además, destacan una historia de los hermanos Pastor, los directores de Infectados (Carriers, 2009), y otra de Tarantino.

Self/Less, de Alex y David Pastor, ha entrado en la lista por la mínima (seis votos) y cuenta la historia de un hombre muy viejo, enfermo de cáncer, que se somete a un tratamiento médico radical para transferir su conciencia al cuerpo sano de un joven, el origen del cuerpo no está demasiado claro y las intenciones de la organización tampoco. Además de esta propuesta aún no producida, los hermanos Pastor trabajan actualmente en un proyecto que muestra una Barcelona apocalíptica y que empezarán a rodar en primavera.

Por su parte, Quentin Tarantino presenta un guion de cariz histórico (Django Unchained) sobre un esclavo liberado, Django, en busca de su mujer todavía esclava con la ayuda de un dentista alemán llamado Schultz.

Jack el destripador y otras historias

A la manera de Hannibal Lecter en El silencio de los corderos, Gaslight, de Ian Fried, propone que Jack el destripador, prisionero secreto en una institución mental de Londres, ayude a Scotland Yard a solucionar una extraña plaga de asesinatos donde las víctimas presentan dos misteriosas punzadas en el cuello.

La historia también es el punto de partida de The imitation game, de Graham Moore, que cuenta la historia del Alan Turing, el criptógrafo que descifró el código alemán Enigma durante la segunda Guerra Mundial y que más tarde se suicidó al ser perseguido por homosexual. Por su parte, The current war, de Michael Mitnick, explica las disputas entre los inventores Thomas Edison y George Westinghouse.

Zombies y más zombies

La industria no se cansa. La Black List recoge varias historias de no muertos e infectados de distinto tono, cariz e intención. Destaca Maggie de John Scott, claramente inspirada en el tono de la serie Walking Dead. Una familia de granjeros ayuda a su hija mayor a superar la infección al tiempo que ella se va convirtiendo en una zombie comedora de carne.

La historia de Subject Zero, de Dave Cohen, se inspira libremente en Frankenstein, que toma la forma de un científico que quiere resucitar a su hijo muerto en un accidente de tráfico y acaba por desencadenar una epidemia de infectados.

Bethlehem de Larry Brenner, introduce a los vampiros en la ecuación: un grupo de supervivientes a un apocalipsis zombie pactan con un vampiro ofreciéndose a éste como comida a cambio de protección.

En una línea similar se mueve Grim Night (Allen Bey) aunque en este caso los hostigadores son unas extrañas criaturas (Grims) que atacan la tierra una noche cada año causando miles de muertos. La Universal es una de las interesadas.

El espacio, el tiempo y Chewaca

La ciencia ficción sigue siendo un argumento para vender películas. In the event of Moon disaster, de Mike Jones, ensaya una versión alternativa a la histórica misión Apollo 11 que llevó por primera vez al hombre a la Luna y se pregunta que hubiera sucedido si la astronave se hubiera estrellado.

También astronauta es el protagonista de Flashback (Will Honey) , un piloto de la NASA con amnesia, y también la primera persona que realizó un viaje a la velocidad de la luz, descubre que es capaz de viajar atrás en el tiempo. Lo usará para reconciliarse con su esposa.

También de viajes en el tiempo trata The slackfi Project, de Howard Overman: un pobre desgraciado recibe la visita de dos malcarados soldados del futuro que le explican que la Tierra está en peligro y solo él puede salvarla.

On a clear day, de Ryan Engle, nos muestra a un padre preocupado por salvar a su familia de unas misteriosas fuerzas que han invadido una ciudad norteamericana.

Menos predecible es Hyperdrive, de Alex Ankeles y Morgan Jurgenson. Un policía recluta a una joven autor de novelas de ciencia ficción para resolver un asesinato y ambos terminan en una Space Opera.

Del lado más satírico nos viene Chewie, de Evan Susser y Van Robichaux, una película que nos muestra La Guerra de las Galaxias entre bastidores a través de los peludos ojos de Chewbacca, o mejor dicho, el actor que le dio vida, Peter Mayhew.

Finalmente, siguen llegando guiones relacionados con el fin del mundo, en este caso bajo el expresivo título de The End, de Aron Eli Coleite. Cuatro personas, un veterano un locutor en Londres, una chica de dieciséis años y su novio en Ann Arbor y un hombre dedicado a su familia en Shanghai trata de hacer las paces con su vida antes de que un evento interestelar termine con el mundo en seis horas.

Crimen y… ¡Terror!

El asesinato de una estudiante y un profesor sacude a un pueblo en el guion de When the streets lights go on de Chris Hutton y Eddie O’Keefe, ambientado en los años 80.

Por su parte, Hidden (escondidos) de Matt Duffer y Ross Duffer, juega a dos bandas entre el trhiller y las películas de brotes y contagios con una familia escondida en un refugio antinuclear por miedo a una enfermedad desconocida.

La naturaleza es el escenario escogido por Dead Winter, de Sarah Conradt, para dar forma a este thriller en el que una familia aislada en una cabaña deberá hacer frente a un misterioso guarda rural.

A contrarreloj van los cuatro policías protagonistas de The gun eaters, de Alex Paraskevas y Jordan Goldberg, obligados a perseguir a un asesino en serie que ejecuta víctimas de Queens a Southampton en el espacio de un solo día.

El crimen en su versión más indignada e irónica lo encontramos bajo el nombre provisional de Untitled Arizona Project de Luke Del Tredici, una comedia negra sobre una víctima de una ejecución hipotecaria que planea vengarse de su agente inmobiliario.

Más inconcreto es el argumento de Beyond the pale, de Chad Feehan, sobre unos adolescentes que sospechan haber sido timados pero que “descubren que la realidad es aún más siniestra”.

Héroes y extraños

Ezekiel Moss, de Keith Bunin, narra la historia de un hombre misterioso con el poder de canalizar las almas de los muertos que cambia la vida de todos los habitantes de un pequeño pueblo de Nebraska, especialmente la de una joven viuda y su hijo de 11 años.

Por otra parte Cristo, de Ian Shorr, es el nombre de un hombre condenado injustamente a prisión y que, como un moderno Conde de Montecristo, dedica su vida a destruir a los que le metieron en el agujero.

Ed Solomon (el guionista de Men in Black) presenta la historia Cómo desaparecer completamente en la que un niño prodigio trata de controlar su vida en contra de las demandas de sus padres.

¿Pinocho?

Por alguna extraña razón, Pinocho ha captado la atención de los cazadores de guiones de Hollywood y la lista negra está llena. Por un lado, The Three misfortunes of Geppetto de Michael Vukadinovich, es una precuela de la historia clásica centrada en las andanzas de Geppetto. Por otra parte, existe un guion de Bryan Fuller, el guionista y productor de la serie Heroes, sobre Pinocho.

En este mismo apartado de propuestas algo extrañas encontramos Saving Mr. Banks, de Kelly Marcel, sobre cómo consiguió Walt Disney los derechos para rodar Mary Poppins.


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