publicado el 10 de noviembre de 2004
Juan Carlos Matilla | Mucho hemos hablado en las páginas de este fanzine sobre el excelente estado de salud que está atravesando la cinematografía surcoreana y, en especial, su vertiente fantástica. La revelación que supuso el estreno de las últimas propuestas de horror originarias de este país en el pasado festival de Sitges provocó una atención inesperada por parte de la prensa especializada hacia una industria muy poco conocida hasta ese momento. Filmes como Acacia, Into the Mirror o The Unvitited eran soberbias y elegantes obras que se aproximaban a lo sobrenatural desde perspectivas subjetivas y muy sugerentes. Pero de todo el conjunto de títulos surcoreanos que se pudieron ver en el certamen, el que más llamó la atención (y el mejor de todos) fue 2 hermanas (Janghwa, Hongryeon, 2003), filme de fantasmas, más conocido a nivel mundial por el título de la distribución internacional: A Tale of Two Sisters, dirigido por el joven realizador Kim Ji-woon.
Inspirado en un relato tradicional de Corea [1], el filme narra la triste historia de dos jóvenes, Su-Mi y Su-yeon, que, tras el fallecimiento de su madre, se trasladan al nuevo hogar que ha establecido su padre con su nueva esposa, una cruel mujer que les hará la vida imposible. Además, no sólo sufrirán el acecho y las humillaciones de la madrastra, sino que tendrán que hacer frente a una inquietante presencia que vive agazapada en los rincones de la mansión, un fantasma que podría ser el espíritu de la madre desaparecida.
2 hermanas es un magnífico filme de suspense que sabe combinar a la perfección los tres principales aciertos de la cinematografía asiática de horror: la elegancia formal, el intimismo exacerbado y la unión de los motivos tradicionales del género fantástico oriental con audaces experimentos narrativos. Gracias a la bella fotografía de Lee Mogae, el director ha podido alcanzar una suntuosa concepción cromática en la que el uso de los colores (violentos y saturados) y la música (sombría pero también romántica) se acoplan al devenir psicológico de los personajes. Ji-woon filma con una especial atención ciertos aspectos de la narración: la creación de atmósferas (a la vez suntuosas y tenebrosas), la elaboración minuciosa de unos encuadres tremendamente elocuentes y al uso de unos planos más sostenidos de lo habitual. De esta manera, el director rechaza los registros visuales explícitos y estridentes y se apoya en una memorable combinación de imágenes sedosas y simbólicas (además de unos sobrecogedores efectos de sonido) para narrar una dramática historia sobre la soledad, la locura y el sufrimiento que no sólo pretende asustar al público (y a ratos lo consigue con creces) sino también busca generar emociones muy desaforadas.
2 hermanas es un magnífico filme de suspense que sabe combinar a la perfección los tres principales aciertos de la cinematografía asiática de horror: la elegancia formal, el intimismo exacerbado y la unión de los motivos tradicionales del género fantástico oriental con audaces experimentos narrativos.
Esta evidente vía melodramática del filme lo relaciona con otros títulos asiáticos muy conocidos (como Dark Waters o The Ring). Todos ellos son brillantes ejemplos de cómo utilizar el tono íntimo en una narración sobrenatural para, de esta manera, poner en relieve la vertiente melancólica inherente a toda historia de fantasmas. La cinematografía oriental ha tratado desde siempre la temática fantasmagórica desde la melancolía y la tragedia, y no sólo desde lo puramente ominoso. 2 hermanas bebe de las mismas fuentes que los filmes citados y, al igual que ellos, utiliza las convenciones más o menos góticas (las sombras, los secretos inconfesables, las estancias malditas) para mostrar un intenso mapa del sufrimiento humano. Así, en el filme prevalecen los silencios, los planos detalles y los susurrantes diálogos sobre las grandes panorámicas o los travellings epatantes. De forma muy sabia y honesta, Je-woon ha sabido adaptar su puesta en escena (serena y elegante) al tono íntimo y elegíaco que necesitaba la historia.
Sobre la relación entre tradición y vanguardia que había apuntado anteriormente, hay que decir que es precisamente este factor lo que otorga al filme una especial dimensión dentro del actual panorama del cine de horror oriental. La complejidad narrativa del filme (que posee un sorprendente twist final) y sus continuos juegos con la elipsis y el punto de vista, hacen de 2 hermanas casi una suerte de ensayo fílmico. El realizador ha partido de una serie de elementos característicos del cine de fantasmas oriental (el fantasma femenino, la visión de lo sobrenatural ligado a una tragedia del pasado), para recrear una obra que pretende explorar los límites de la ficción de suspense y, sobre todo, la relación entre el plano de lo real y el nivel de fabulación (en 2 hermanas, ambos no se repelen sino que finalmente se complementan).
En unas recientes declaraciones [2], Ji-woon ha citado la influencia de tres películas en la concepción de 2 hermanas: Picnic en Hanging Rock, de Peter Weir, Criaturas celestiales, de Peter Jackson, y Señales, de M. Night Shyamalan (referencias que ya evidencian un incuestionable buen gusto cinematográfico). Y no son sólo meras citas ya que algunos de los principales elementos de los tres títulos son fácilmente perceptibles en la película: del filme de Weir recupera el hedonismo visual y el tono entre inquietante y bucólico; de la obra de Jackson, la visión de la enfermedad mental como un síntoma de la inadaptación del ser humano; y del estilo de Shyamalan, su obsesión por el encuadre, los efectos sonoros y la consecución de climas angustiosos a partir de escenarios cotidianos.
Posiblemente, el efecto hipnótico que produce esta soberbia obra puede verse perjudicado por el cansancio del público occidental hacia un tipo de cine, el oriental, que en los últimos años ha sido en exceso reverenciado por el fandom. Pero, en mi opinión, sería una lástima confundir la reiteración de algunos títulos (como se aprecia en algunos pasajes de La maldición) con la valiente reinterpretación de los motivos clásicos del género que ha realizado Jim-woon. Por su hermosa y poética apuesta, no deben perderse bajo ningún concepto esta sensacional película.