publicado el 1 de mayo de 2007
Pau Roig | UNA MAÑANA, TODOS LOS NIÑOS Y NIÑAS DEL MUNDO MENORES DE NUEVE AÑOS entran en una especie de estado de coma inexplicable. Diez años después despìertan y empiezan a atacar a los hombres y mujeres mayores. Filme de terror apocalíptico más o menos inspirado en el clásico El pueblo de los malditos (Village of the damned, Wolf Rilla, 1960) y producido por el escritor, director y guionista Clive Barker, El sueño de la muerte propone una historia original sobre el papel, tratada además con cierta ambigüedad y abierta a múltiples lecturas políticas y sociales, pero fallida en una translación en imágenes carente de la fuerza y el nervio necesarios.
El director y coguionista Hal Masonberg no explica los motivos de la (presunta) revuelta de los niños contra el mundo en el cuál les ha tocado vivir y hace referencias directas a los tiempos de la gran depresión norteamericana –la novela Las uvas de la ira de John Steinbeck tiene un papel destacado en la trama–, pero muestra su venganza, o su revuelta, como si de una versión descafeinada de La noche de los muertos vivientes (Night of the living dead, George A. Romero, 1968) se tratara. El esquemático e incluso burdo dibujo de personajes y situaciones, además, impide la indispensable identificación de los espectadores con sus acciones y emociones, hasta el punto que el filme deriva rápido hacia la rutina y el aburrimiento. Una sola escena a retener: el momento en qué una de las enfermeras encargadas de vigilar a los niños y niñas en coma, colocados en camas en el enorme gimnasio del instituto de la ciudad dónde se desarrolla la trama, baja la mirada y los adolescentes giran al mismo tiempo todas sus cabezas y la miran fijamente.