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publicado el 30 de diciembre de 2007

Pau Roig | Desde su debut en la dirección en 1985, Stuart Gordon (nacido en 1947) ha sido el único director especializado que ha mostrado un notable –y hasta obsesivo– interés en adaptar la obra de uno de los más grandes, y paradójicamente más maltratados, escritores de la historia de la literatura de terror. Casi imposible de adaptar a la gran pantalla, la obra de H. P. Lovecraft (1890–1937) sólo ha conocido buenos resultados en la pantalla grande cuándo ha sido adaptada, más bien invocada, de manera tangencial u oblicua, caso de las obras maestras de John Carpenter La cosa (The thing, 1982) y En la boca del miedo (In the mouth of madness, 1994), a la postre no basadas en ningún relato del genio de Providence. "Tras las paredes" supone el quinto acercamiento de Gordon a su obra después de Re-Animator, Re-Sonator (From beyond, 1986), Castle freak (1995) y Dagon, la secta del mar (2001) y nada aporta ni a su filmografía ni aún menos (re)sitúa en el lugar de honor que le correspondería a Lovecraft en la ficción de terror contemporánea.

“Tras las paredes” es quizá el episodio que mejor revela los principales defectos de la primera temporada de Masters of horror. Si algunas de las historias de la serie resultan poco más que una idea buena o graciosa demasiado alargada, aquí ocurre exactamente al revés: Gordon y su guionista habitual Dennis Paoli condensan en poco más de cincuenta minutos una trama gratamente tétrica y compleja que pedía a gritos un tratamiento mucho más profundo y riguroso y que, igual que Dagon, se estrella contra unos recursos de producción del todo insuficientes. El esquematismo, la falta de intensidad y la inherente tendencia del director hacia el humor de brocha gorda cercano a la autoparodia son los verdaderos protagonistas de una delirante trama que especula primero sobre la teoría interdimensional y la intersección de los diferentes planos que conforman la realidad para acabar naufragando en una risible historia de brujería y sacrificios humanos. Ezra Gooden interpreta a Walter Gillman, un estudiante de física que para terminar la redacción de sus tesis se instala en un destartalado hostal, una casa de más de trescientos años de antigüedad en la que vivió y murió la sanguinaria bruja Keziah Mason, que sigue acosando desde una dimensión paralela a los hombres jóvenes que se instalan allí para continuar con sus sacrificios (Gillman pretende demostrar con su trabajo la existencia de dimensiones paralelas, así cómo la facultad de atravesarlas mediante puertas abiertas en las intersecciones de extraños ángulos, uno de los cuáles se encuentra en su propia habitación). Con pocos personajes y plagada de guiños y homenajes a la obra de Lovecraft –la presencia del “Necronomicon”, el libro prohibido que recurre la práctica totalidad de su obra, el protagonista luciendo una camiseta de la inexistente Universidad de Miskatonic, otra invención del escritor–, la trama juega de manera grosera a la confusión entre sueño y realidad y toca fondo por la presencia, ridícula y demasiado recurrente, de la rata con cara de hombre Brown Jenkins, emisaria y ayudante de la bruja en el relato original pero tratada aquí como un monigote caricaturesco sin la menor gracia.

    Masters of horror: “Tras las paredes” (Dreams in the witch house)
    D: Stuart Gordon G: Dennis Paoli y Stuart Gordon, sobre el relato homónimo de H. P. Lovecraft F: Jon Joffin M: Richard Band D.P.: David Fischer E: Marshall Harvey A: Ezra Gooden (Walter), Jay Brazeau (Dombrowsky), Campbell Lane (Masurewicz), Chelah Horsdal (Frances). Emitido el 4 de noviembre de 2005.


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