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publicado el 18 de abril de 2006

El águila de dos cabezas

Juan Carlos Matilla | Producida por Quentin Tarantino y dirigida por Eli Roth (responsable de la horrible Cabin Fever), Hostel (2005) es un nuevo acercamiento del creador de Kill Bill al ámbito del cine de horror con tintes sarcásticos, un subgénero al que Tarantino ha dedicado la práctica totalidad de su obra como productor (como podemos observar en la saga de Abierto hasta el amanecer o Tú asesina que nosotras limpiamos la sangre, o en la inminente Grindhouse), una decisión del todo consecuente con su forma de ver el cine de género: autorreferencial, paródica y repleta de guiños vacuos. Todos estos defectos se pueden observar en Hostel aunque en menor medida que en las obras anteriores ya que en este sádico filme sobre las terribles peripecias de un grupo de estudiantes por Europa del Este, los elementos grandilocuentes han sido sustituidos por una mayor sequedad conceptual y con un cierto tono de crítica social respecto a los prejuicios y miedos de la clase acomodada estadounidense, tan hundida en su ombliguismo como en su desconocimiento del mundo más allá de las fronteras norteamericanas.

Pero al margen de los debates que suelen suscitar las producciones de Tarantino, Hostel acaba convirtiéndose en una atípica (aunque algo decepcionante) película de horror debido a que contiene en su seno dos formas de enfocar el género de terror completamente antagónicas. La primera de ellas encara el género de terror desde una perspectiva valiente y admirable: mostrar la crudeza en su estado más extremo y perturbador, sin cortapisas morales ni cobardías formales. La segunda, por desgracia, se decanta por la ironía de brocha gorda, la necesidad de esclavizar el desarrollo narrativo a los imperativos de los géneros populares y por repetir todos los clichés del cine de consumo juvenil.

Hostel acaba convirtiéndose en una atípica película de horror debido a que contiene en su seno dos formas de enfocar el género de terror completamente antagónicas. La primera de ellas encara el género de terror desde una perspectiva valiente y admirable. La segunda, por desgracia, se decanta por la ironía de brocha gorda.

De esta manera, todo lo bueno o malo que se pueda decir de Hostel pasa necesariamente por esta dicotomía que enfrenta el arrojo conceptual contra el convencionalismo narrativo. Por ejemplo, la brillantez del segmento central del filme (en donde el director da rienda suelta a sus instintos más saludablemente sádicos) radica en su adecuada puesta en escena que se recrea en la descripción de los ambientes herrumbrosos y terribles, el naturalismo extremo de las secuencias de tortura y algunas salidas de tono visuales (como los impactantes planos subjetivos de las víctimas cubiertas por los pasamontañas) que perturban por su carácter oscuro y pavoroso. Falto de aire y luz, este segmento supone uno de los más rotundos triunfos del cine de horror extremo de los últimos años, una corriente que escenifica sin pudor la filosofía heredada de la obra del marqués de Sade, un turbio retrato de la perversión donde el Mal se hace dueño absoluto de las pulsiones humanas y donde la razón se retira ante el avance de las zonas más grotescas de nuestra naturaleza.

Por el contrario; los estúpidos diálogos de la primera parte (que se sumerge dentro de los márgenes de la comedia juvenil más absurda) y la falta de tensión narrativa que ahoga la resolución del relato (que fuerza demasiado su servilismo a los parámetros del thriller más ramplón) acaban por perjudicar la valentía conceptual que encontramos en las secuencias más descarnadas. Entre el gore sórdido y la comedia desmadrada, Hostel no acaba de encontrar el tono adecuado que necesitaba debido a la mixtura genérica y a su carácter de obra abortada pero, para todos aquellos fanáticos del cine de horror extremo, el filme de Roth supondrá la definitiva confirmación del auge del splatter, un subgénero que parecía condenado a la serie Z pero que, tras los recientes triunfos de filmes como Alta tensión y Creep, parece vivir una segunda juventud.


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