publicado el 4 de noviembre de 2007
Marta Torres | Nacho Vigalondo pasea por Sitges con su primer largometraje bajo el brazo, Los cronocrímenes, y una sensación que por fuerza ha de ser algo ambigua. Por un lado, ha conseguido el premio a la mejor película en el Festival de cine fantástico de Austin (Texas), mientras que las entradas para ver la película en Sitges están agotadas desde hace días, pero el filme sigue sin convencer a las distribuidoras españolas y, por ahora, sigue sin tener asegurado su paso por la pantalla grande en nuestro país. A pesar de ello, o debido a ello, a la prensa le gusta el personaje del héroe incomprendido, Nacho Vigalondo no deja de conceder entrevistas a diestro y siniestro. Quedamos con él en el hall del hotel Melià, justo la tarde antes del primer pase de la película, lo que significa que no hemos podido verla antes de la entrevista. A Vigalondo parece no importarle, es un tipo rápido, de verbo fácil y capaz de crear complicidades con auténticos desconocidos.
Preséntame la película
Dura solamente una hora y pico. Tiene suspense, tiene elementos eróticos, tiene comedia, tiene misterio y muchas hostias... no sé cómo describirla. Es una cosa muy divertida...
Y una momia rosa...
Y un señor con unas vendas rosas que sabe Dios a santo de qué...
Tengo la teoría...
Te puedo decir sí o no...
De que es él mismo...
Tu crees que al final la sorpresa es que la momia es Karra Elejalde.
No creo que me digas el final antes de ver la película.
Seria muy triste que ese fuera el final de la película.
Pero si la película se llama Los cronocrímenes, en plural y el se encuentra consigo mismo, ¿se puede encontrar consigo mismo varias veces?
¡Así que tú eres de las listillas!
He leído mucha ciencia ficción...
La película está pensada para la gente a quien le gusta la ciencia ficción. Los que leen ciencia ficción, cuando van al cine, las películas suelen frenar mucho. De repente hay una primera mitad muy osada y una segunda mitad que se frena y yo creo que precisamente la segunda mitad es para pisar más el accelerador.
¿Te gustó El prestigio?
Me gustó la novela, la película se me quedó un pelín coja. Pero tengo pelliza con el Cristopher Nolan porque hace películas que yo quiero hacer. Los proyectos que hace Cristopher Nolan son las películas que yo firmaría a ojos cerrados. Se parece tanto a lo que tu quieres hacer que eres más tiquismiquis, mucho más injusto y mucho más cruel. Pero no me hagáis caso, es un director maravilloso...
Has triunfado en Texas, en Austin...
Algo así
Y aquí en Sitges se han agotado las entradas para ver tu película...
Ha sido algo increíble. Quizá lo han hecho por el rumor de que no va a estrenarse en las salas y de que esta va a ser la única oportunidad de verla en pantalla. Lo que sí reconozco es que la distribución está todavía en fase de definición.
Creo que una parte del éxito que ha tenido tu película, de la que no se sabe nada, casi, sólo que es de ciencia ficción y de viajes en el tiempo, es el título: Los cronocrímenes. ¿Cómo se te ocurrió?
Hay un autor de cómics, se llama Grant Morrison, es escocés. Es un guionista que hace superhéroes y es un tipo que inventa un montón de palabras, describe una sociedad donde la gente fuma electrohachis y tiene nanosexo, por ejemplo...
¿nanosexo?
El nanosexo es una cosa muy triste que consiste en tener prácticas nanosexuales... A mi esta tendencia de inventar términos nuevos me parece muy estimulante y muy divertida... y la primera gran osadía de esta película fue hacer un título que fuera el antitítulo español y, por otro lado, buscar un título de ciencia ficción pura, divertido, que tenga que ver con la película y que fuera fácil de buscar en Google.
Comentabas que era una película de Ciencia Ficción, que además quiere ser coherente con el género...
Yo soy fan de la ciencia ficción y soy el primero que no quiero traicionarme como fan, no quiero caer en algunas trampas que emplean ciertas películas que empiezan muy fuerte y luego se frenan y de repente el personaje es estándar o se hace un apaño... la lógica interna de la película la he respetado, no me he sacado de la manga una paloma que sale volando y te despista. Los pocos elementos que tiene la película son los elementos del acertijo y de la solución: no hay trampa.
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Nacho Vigalondo y Karra Elejalde bromean en la rueda de prensa |
Vamos a emplear el viaje en el tiempo como una forma de enredar las cosas hasta el límite, a ver que pasa
Hablas de un tema difícil: los viajes en el tiempo. ¿Te has documentado para hacer esta película?
Toda mi vida he estado fascinado con este tema por las posibilidades dramáticas que tiene. Nunca he entendido el viaje en el tiempo como ese viaje a la edad antigua o al Jurásico, o a la Guerra Civil. Me dije: vamos a emplear el viaje en el tiempo como una forma de enredar las cosas hasta el límite, a ver que pasa. A mí siempre me ha estimulado y para mí hacer una película de este tipo y pretender llevarlo más lejos de lo habitual era un reto personal.
¿Cuánto tiempo has estado trabajando en este proyecto?
No me gusta pensar en esto porque quizás es más tiempo del que debiera. Desde que empecé a pensar en la película hasta que la he terminado pueden haber pasado cuatro años perfectamente. Desde que empecé a esbozar la historia, hice varias versiones del guión...
Vaya, tengo entendido que la rodaste solamente en tres meses, eso significa que la mayor parte del tiempo lo perdiste en el guión...
El rodaje en total, fueron dos meses. El guión fue mucho tiempo, unos tres años. Naturalmente, no estuve tres años seguidos escribiendo, lo compaginé con otras cosas, pero se hicieron 11 versiones del guión, y algunas de ellas eran realmente traumáticas respecto a las anteriores: ha habido momentos de crisis en los que pensaba: "esto hay que replantearlo". Hay cosas en la película que son muy importantes que amanecieron en la quinta o la sexta versión. Es una locura este guión y será la ultima cosa que hago en este plan ya que casi me consume.
Las altas jerarquias no se sienten muy seguras con estas propuestas, y en España menos todavía
¿Te das cuenta que es una película muy de nuestra generación, de la gente que creció leyendo cómics o ciencia ficción y que no hay películas españolas de este tipo?
Por un lado, me encanta acercarme a este público, y por otro, me he esforzado mucho para llegar a un público amplio, y que la película sea entendible, o al menos disfrutable, por cualquiera. Sobre lo otro que me comentas, que este público está algo desatendido, sí que es verdad que las altas jerarquias no se sienten muy seguras con estas propuestas, y en España menos todavía... El cine español tiene una tradición muy enraizada y es difícil luchar contra ello. Puedo decirte que incluso con una nominación a los Oscar ha sido muy difícil levantar esta película y de hecho no la hemos levantado por ninguno de los cauces que se suelen emplear en este país, que son la distribución y las televisiones. En este sentido ha sido una completa aventura, aunque me quedo satisfecho si para el espectador es una aventura verla.
¿Qué es la tercera vía, de la que hablabas?
Es una trampa promocional para mover a la gente inquieta como vosotros y por otro lado es... de lo que trata la película más o menos: ¿podemos o no podemos cambiar el pasado? Es la manera de conciliar ambas posibilidades en una sola. Se parece un poco a la teoría del gato de Shrödinger, de la física quántica. Esta muerto o no esta muerto en función del observador y no digo nada más... hay una camiseta con dos gatos en la película... no digo nada. Vean la película.
¿Que ha representado dirigir una película respecto a dirigir un corto?
El estilo que tengo al dirigir lo he ido descubriendo a medida que iba rodando, ya que mis cortos en vídeo casi todos son de un solo plano. Hasta 7:35 no moví la cámara del eje, hasta Choque, no cambié el eje de la cámara y hasta esta película, no empleé ninguna grua. Esta película tiene mis primeras gruas y mis primeros travellings... en Choque era todo steady cam.
Así que, formalmente, ¿no has buscado ningún invento en Los cronocrímenes?
Me he salido de madre en alguna ocasión que tendréis que descubrir... aunque a mí me gusta mucho jugar con el montaje, con la planificación, me gusta trampear la película pero no de una manera evidente, no de una manera que salte a la cámara, tampoco quiero efectos que deslumbren, quiero hacer trampas internas, de alguna manera.
¿Por qué te has reservado el papel del científico loco?
El científico loco es el pálido reflejo del director loco de la película. Ya veréis que el científico, lejos de ser el científico que mueve los hilos es un desgraciado que cree que controla algo y no controla nada; y yo en cierta manera, respecto a la película, soy alguien que supuestamente toma las decisiones cuando en realidad soy la primera víctima de la historia, la primera víctima de las decisiones que he tomado.
Ha sido un rodaje muy complicado, con un tornado...
La verdad es que tuvimos un pequeño tornado que tiró abajo el decorado, como lo oís. Fue la noche antes de la rueda de prensa del rodaje, que se convirtió en la rueda de prensa del tornado... parecía un montaje pero hubo heridos y fue muy duro todo. Fue una noche que no olvidaremos ninguno jamás. Fue terrorífico.
Para terminar, tus referentes de ciencia ficción.
Me gusta mucho Robert Heinleim, Alfred Webster, Stanislaw Lem...
Has leído Diarios de la estrellas, de Lem? Había un relato sobre clonaciones temporales...
Claro, ahí está la clave. Yo no niego su influencia en absoluto, lo llevo como una bandera. Hay, por cierto, una serie de televisión en Checoslovaquia, que es muy churretera, con cromas y pijamas espaciales, pero a mí esos relatos me gustaron mucho, son muy excitantes.
No existe ninguna adaptación decente en cine, ¿verdad?
Es lo que reivindico. Por ejemplo, cuando adaptan a Phillip K. Dick, Minority Report, la paradoja que presenta el relato en sus últimas diez páginas es vertiginosa, vertiginosa por el vértigo que te produce, te caes dentro, vas a perder el equilibrio, mientras que la película, por miedo a que haya un público que se vea nublado por esa paradoja, digamos que frena y se tira de un estándar: el falso culpable. Se convierte en un trhiller ambientado en el futuro, cuando a Phillip K. Dick, el futuro no le importa en absoluto. Siempre he echado esto en falta, hay pocas películas, como por ejemplo Doce monos, que lleven las cosas hasta el extremo.
Yo no he hecho mi película como reacción a Primer, no la he hecho comprensible por esto. La mía se parece más, en grado de complicidad con el espectador, a una película como Psicosis
¿Qué opinas de Primer?
Creo que se pasa un poco de rosca. A mí me encanta Primer. Pero reconozco que es una propuesta insólita que empieza y acaba en sí misma. Es imposible que haya más 'Primers' en este mundo. Es tan extremo lo que plantea, y a la vez tan incomprensible y tan fascinante... que es imposible como película a seguir.
¿Os fijaríais en Primer cuando trabajabais en Los cronocrímenes?
Cuando salió Primer nosotros estábamos rodando la película. De repente leí la sinopsis de Primer y se me heló al sangre: ¡es lo mismo! y luego la vimos y nos dimos cuenta de que era diferente. Yo no he hecho mi película como reacción a Primer, no la he hecho comprensible por esto. La mía se parece más en grado de complicidad con el espectador a una película como Psicosis: una casa, unos personajes... bueno, ya quisiera que mi película se parecería a Psicosis pero en todo caso, es más referente Psicosis que Primer.